Imposible || Tony Stark

"Capítulo 5: Accidente"

*2 Días después*

[Lauren]

"Los estudios llegaron, necesito que vengas"

Ese fue el mensaje que recibí mientras dormía. Ese mensaje, el cual hizo que se me erizara la piel.

Joe no envió nada mas luego de eso, y fue lo que más me preocupó. Hace siete meses, aproximadamente, el grandote había tenido un ataque de espasmos en su casa mientras veía un partido de golf. Su frecuencia cardíaca era demasiado rápida, su cuerpo completo sudaba y tenia mareos constantes, ante esto, no dudé en buscar ayuda. Lo llevé a hacerse varios controles y chequeos: nada. Todos decían lo mismo...

"Son pequeños espasmos causados por el estrés"

Y pensaban que iba a creerles. Me cansé de buscar un buen especialista para ayudarlo, para esta altura ya había tenido casi 8 de estos ataques, y tenía miedo de que fuese tarde para... para lo que sea que pudiera suceder.

Hace no mucho, me habían informado de un cardiólogo bastante conocido en Australia: el Dr. Asher Brown. ¿Lo malo? Atendía millones de pacientes de todo el mundo y la lista de espera para recibir un turno era demasiado demasiado larga. O lo era para nosotros hasta que llegó el día en el que atendieron a Joe. Hace dos meses.

El turno debía ser un día de semana y duraría al menos una hora u hora y media. Le explicaron que solían tardarse por la cantidad de ejercicios que implementaban con el paciente... tras escuchar esto, una parte de mí comenzó a creer que valía la pena.

Hasta hace poco casi lo olvidaba, pero esta mañana, al leer ese mensaje supe que algo estaba mal. Y lo peor era que lo estaba llamando y el muy maldito no me contestaba...

- Joe atiende, por favor - mascullé en voz baja para mí misma mientras daba vueltas por la sala. Me mandó a buzón de voz.

Genial, mi día había empezado peor de lo que esperaba.

Recién ayer había podido volver a casa, Bruce insistió en quedarme un día más luego de que Tony haya ido a verme y, después de un par de pruebas le dije que estaba bien, no debía preocuparse tanto por el suero... al menos, yo no lo hacía.

Cuando llegué me sentí... aliviada, por lo menos no me sentía culpable de estar enojada con Anthony. Me pidió disculpas, asique aceptaba que se había equivocado, y se sentía genial. Me recosté y medité sobre mi sueño, el cual me dejó bastante perturbada y seguí con mi rutina normal.

Quería esa tranquilidad ahora, pero el solo hecho de pensar que Joe podría estar mal o que los estudios dicen algo malo... tan solo, me aturde.

Apreté los puños con fuerza y me recosté sobre la mesada de la cocina. Cerré los ojos, respirando e intentando calmarme y rasqué mi cabeza.

Dios, enserio necesitaba algo para golpear.

Solo podía hacer una cosa: viajar.

No iba a quedarme de brazos cruzados esperando que el viejo me devuelva la llamada. Ya mismo iba a preparar todo...

Tomé mi teléfono otra vez, ahora, marcando el número de la agencia en la que compraba mis pases a Venecia.

Cuando sonó, una voz del otro lado contestó:

- Agencias M. Deleotti, ¿en que le ayudo?