"Capítulo 12: ¿Conviviendo o sobreviviendo?"

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[Lauren]

*Primera noche*

Esa misma noche, tras desempacar las cosas de Anthony, acomodarnos y pactar un par de cosas, ambos nos preparamos para dormir y, realmente creí que sería más fácil de lo que fue...

- Bien, tu cama ya esta lista, solo queda curarte un poco esa herida y luego podrás descansar - le dije. Cuando volteé a verlo, apoyado en el marco de la puerta no lo notaba tan seguro - Tony.

- ¿Estás segura de que no-...

- Anthony Stark, vas a dormir afuera si sigues con eso - lo apunté con un solo dedo e hizo una pequeña sonrisa - Hablo enserio, ya basta. Dormirás aquí y yo en el sillón, por cualquier cosa.

Asintió y sin decir más nada se quedó mirándome fijamente.

Fue un poco raro, pero porque supuse que iba a salir, ya que era obvio que quería cambiarme. Con la ropa en la cama, lo miré obvia y le hice un ademán con la mano...

- ¿Me dejas cambiarme? -Abrió sus ojos rápidamente.

- Oh, claro. Lo siento - reí levemente y salió cerrando la puerta detrás suyo.

Estaba a punto de sacarme la blusa hasta que lo oí entrar otra vez.

- Espera dej-

- ¡Anthony, vete!

- Bueno, bueno, bueno - y se fue. Negué divertida.

Luego de ponerme un pijama, un poco más adecuado para tener un invitado en casa, salí de la habitación recogiéndome el pelo en una coleta y él se encontraba en el sillón con la caja de primeros auxilios a su lado.

Y me quedó mirando con una expresión que no logré descifrar, pero que sin dudas no era algo malo.

Me sentí un poco avergonzada, no estaba en las mejores condiciones...

- ¿Todo bien? - lo saqué de un posible trance.

Pestañeo un par de veces y asintió, acomodándose en su lugar para que pudiera curarlo.

- Bien, veamos - me senté a su lado mientras se levantaba la camisa y abrí mis ojos. Vaya... Stark se mantenía en forma... en muy buena forma.

Al parecer ahora la del trance era yo.

- Hjm - rió el castaño y sacudí mis pensamientos un poco.

Dios ayúdame

- Okey - mojé una pequeña bola de algodón con un poco de alcohol para limpiar su herida y tomé el extremo de su remera antes de tocarlo con él - Te va a doler - avisé levantando las cejas.

- No te preocupes, ya me lo han hecho otras veces - se encogió de hombros.

Acerqué el algodón lentamente hacia sus costillas y, al ver la herida me dió un poco de impresión, más aún sabiendo que debía hacer esto todas las noches. Iba a tener que acostumbrarme.

Mientras lo limpiaba con mucho cuidado, podía sentir de reojo su mirada sobre mí. Otra vez...

Me ponía demasiado nerviosa, un cosquilleo se apoderaba de mí y lo peor era que esto debería estarle doliendo, sin embargo estaba casi inmutado.

Imposible || Tony StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora