MI AMANECER

CAPÍTULO 6. ÚLTIMO DÍA

Los instrumentos musicales eran esenciales para la educación de las mujeres y donceles de sociedad, pues resaltaba su inteligencia, gracia y marcaba una diferencia en su comportamiento, las personas con talento musical eran consideradas inteligentes y excepcionales, eso era parte de lo que Jennyfer inculcó a sus hijos, y como tal aprovechaba cualquier oportunidad para demostrarlo, con las visitas, en las reuniones con amigas y por supuesto en el evento más grande donde todos podrían admirar la grandeza de su familia.

- ¿Un bailé? No creo que sea necesario -

- Por supuesto que sí, lo vengo planeando desde la primera visita del señor Suppasit, Gulf obviamente dirá que sí y debemos anunciar el compromiso, Lady Jongcheveevat está de acuerdo con la idea y me ha estado apoyando con algunas invitaciones, planeó que sea hoy en la noche, después de que el señor Suppasit se proponga a Gulf -

- Me sorprende la facilidad con la que asumes las cosas, Gulf aún puede negarse - expresó molesto el señor Traipipattanapong.

- ¡Por dios querido! Tu hijo está suspirando y paseándose por todos lados mirando el collar que le regaló el señor Suppasit ayer en la tarde -

Para compensar el mal rato que ambos pasaron, dieron una última vuelta a la plaza, ahí se encontraron con un vendedor de plata, tenía muchas cosas hermosas, pero a Gulf le llamó la atención un collar en forma de sol, era pequeño, muy discreto, pero a Gulf le encantó desde que lo vió, tanto que pidió al señor lo apartará para regresar en la tarde por él, pero Mew al ver la emoción en sus ojos no pudo dejar ahí la joya, así que lo compró y regaló al muchacho antes de irse, Gulf negó rotundamente y dijo que solo lo aceptaría si le dejaba pagarle el costo de el collar, pero Mew se negó, entonces en agradecimiento, Gulf se despidió con un abrazo, que fue correspondido con fuerza, algo que no le contó a su marido porque sabía que se pondría como loco.

- No sé en qué momento acepté está tontería - expresó aún más molesto saliendo de la habitación.

Jennyfer lo ignoró y siguió dando indicaciones a las criadas sobre cómo quería la decoración.

Jonathan siguió hasta llegar al salón donde escuchó las risas de sus hijos, una suave melodía de piano, sin que se dieran cuenta se asomó por la puerta, Mali reía por algo que Ada le había contado, Lydia estaba tocando el piano con Gulf acompañándolo, la sonrisa en la cara de su hijo era genuina, y notaba que en su cuello seguía la cadena que había recibido de regalo.

Jennyfer tenía razón, Gulf no estaba disgustado ante la idea de casarse, por el contrario estaba emocionado, cada que alguien mencionaba el tema soltaba una suave sonrisa a escondidas de todos, aunque claro que no sabía disimular, pero peor de todo era que nadie más miraba lo malditamente estúpida y descabellada que era la situación, ¡Por dios su hijo rebelde quería casarse! Gulf el que le prometió de pequeño ayudarlo a administrar sus negocios y nunca abandonarlo, su hijo mayor quería irse y casarse con un desconocido y había cedido a las peticiones de su esposa, Gulf jamas haria eso a menos que estuviera siendo amenazado o buscara algún beneficio para su familia, no quería sacar conclusiones, pero todo era muy sospechoso, ni siquiera sus hermanas que eran muy celosas con su hermano mostraban su descontento, pero sí se mostraron emocionadas cuando Gulf les pidió que le ayudarán con el atuendo de ese dia, y ni qué decir de Jennyfer, todas sus amistades habían sido informadas sobre el futuro compromiso, uno que no estaba seguro podría aceptar.

- ¿Crees que madre nos permita estar en el baile? - preguntó Lydia emocionada.

- En el baile no, pero cuando anuncien el compromiso de Gulffy si, ahí tiene que estar toda la familia - respondió Adda.

- No es justo, ya estoy presentada y se supone que tengo autorización para asistir a bailes - comentó Mali con tristeza.

- Es muy injusto -