La danza de un pincel tirado de un verde olivo brillante con rastros de un rojo fresa aún en el mango acompañado de la suave melodía de un piano que suavizaba el ambiente lograban crear una obra de arte, las teclas sonaban con mucha dulzura, logrando un efecto de comodidad y paz en quienes se albergaban en la pequeña habitación, donde se cumplían dos promesas ese día, dónde la luz del sol iluminaba el lienzo donde el pincel dejaba rostro de su danza, los ojos brillantes de dos hermanos y la sonrisa de una jovencita que miraba con ilusión a su jefe y amigo, era tan agradable el ambiente que por un momento se dieron el lujo de olvidar los problemas que los acongojaba, un pincelazo por ahí, otro por allá, cambiar de color a un tono más suave, o colocar uno más fuerte, quitar intensidad a la sombra, y agregar luz a la mirada, retratar la felicidad en un solo trazo, quitar la preocupación con un suspiro de color blanco, indicar pasión con el rojo y ablandar el corazón con un rosado en mejillas, sonrisas cómplices plasmadas con amor, un suave marrón para representar el brillo de los cabellos ajenos, y aunque la pintura podría parecer oscura y muy básica, se sentía la calma cada que se observaba, ya sea por el brillo en la mirada o por la expresión tan suave que se había plazmado, tanto cómo era posible se encargaba de detallar cada espacio por mínimo que fuera, y es que por más que lo intentara le era difícil no querer que su trabajo sea perfecto, así como le prometió a su hermano sería la primera vez que lo pintara, ahora en esos momentos se había movido un poco para alcanzar una pequeña fresa, sorpréndetemente aún cuando no era una de sus frutas favoritas.La melodía dio un último acordé y la que la ejecutaba miró a su maestro en espera de su aprobación, quién con una sonrisa y pequeños aplausos asintió frenéticamente, al mismo tiempo el hermano de este dió una última pasada a él color marrón mirando con alegría lo que había terminado, sonrió emocionado junto con el pequeño que se movía impaciente en su vientre, dando a Gulf la autorización para mirar.
- ¡Oh dios! ¡Es increíble! - habló emocionado - ¿Cómo es que mejoraste tanto en estos meses? - preguntó intrigado.
- Tharn también sabe de pintura ¿Por qué crees que me gustaba tanto visitarlo? - dijo sonriendo al recordar a su esposo.
- El coronel me dijo que la carta había sido entregada a él hace menos de dos semanas, seguramente no tardará en venir por ti cariño - indicó mirando con nostalgia a su hermano.
Type tan solo asintió.
- Mi marido va a quedar tan feliz que seguramente te pedirá otra más - dijo riendo.
- No se sorprenda que dentro de unos meses ordene llenar todo un salón con retratos suyos señor, mire que el señor Suppasit tiende a emocionarse mucho con estás cosas - dijo Becky volviendo a su práctica.
- No le des ideas - dijo negando con ambas manos.
Type sonrió guardando sus cosas, hace unos días que su hermano junto a su esposo le habían comprado todos los materiales necesarios para poder terminar la pintura, incluso sentía que habían exagerado, pues no ocupó ni la mitad de todo el material, pero no dijo nada para no ofender la buena voluntad de la pareja, su embarazo iba de maravilla, desde que se enteró que estaba esperando un bebé nunca tuvo un solo día de tranquilidad, su suegra lo atacaba cada tres minutos diciéndole que no por estar embarazado tendría que estar de holgazán todo el día, y en un par de ocasiones se peleó con Elioth por gritarle a la mujer que era una vieja abusiva, cosas que Tharn jamás presenció porque no se encontraba en casa, y al regresar lo único que hacía era abrazarlo con fuerza y decirle lo mucho que lo ama, Type nunca tuvo corazón para agregarle un peso más a su preocupación, así que aguantó hasta donde pudo, pero ese día cuando escuchó a su suegra decir que quitaría a Type del caminó como fuera, incluso si mataba a su nieto lo llenó de temor, no quería que algo le pasará a su bebé, así que con su corazón lleno de miedo y solo llevando una pequeña maleta liviana con ropa huyó esa noche después de que su suegra se quedara dormida, dejó su vida para proteger la de su hijo.
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MI AMANECER
RandomPrimer libro de la trilogía "A tiempo para enamorarme de ti" Cuando él apellido de la familia Jongcheveevat se ve amenazado por la falta de herederos, la carga de seguir con la dinastía radica en el hijo menor de los Jongcheveevat, un hombre noble...