Relatos, Cuentos Y Fábulas

👸🏻 Doncella - Capítulo VIII

Montada a lomos del dragón. La doncella viaja hacia un lugar lejano. Hablar con su padre no es la mejor solución. De eso, su ángel no está convencido.

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Labrado está en mi torso, me poso conectada en sus escamas, piruetas, giros y centellas, con mis nudillos puedo tocar las estrellas.
Suaves esponjas, envuelta en brisa del sur, luciérnagas de collar, sus alas son nuestra libertad.

¿De qué nos libramos? ¿Qué nos tenía presos? ¿El amor es un caos o somos unos necios?
¡Baja! Que quiero contemplar el mar abierto.

Tocar el espejo donde me reflejo, sumergirme en lo profundo de lo que siento, tocar las mejillas de la atrevida Venus, saber los secretos de las Sirenas, esculpir mi nombre en las playas, arenas y cuevas.

Ángel / Dragón: -¡Por tí construiría un palacio de coral y perlas! Te daría toda la luz que me guardo, dorado, bordado, seda, marfil, todo lo que te pueda hacer feliz.

Doncella: -¡Yo soy feliz! Usted me es todo para mí.

Ángel / Dragón: -Mereces algo mejor, no demonio, no dragón, no veneno en mis venas, no un podrido corazón.

Doncella: -Ven aquí cuervo y pico, las olas se alzan, danzan, las estrellas nos coronan. Al norte las colinas, al oriente la casa donde resido, al poniente lo desconocido.

Ángel / Dragón: -¡Deja que te devuelva!

Doncella: -¡Como si no nos conociera! Nos volveremos a encontrar, te perseguire hasta los confines del universo. Millones de vidas no me alcanzaría para verte una y otra vez ¡Yo te pertenezco!, ¡Yo te amo!, ¡No me hagas ir al sur, al acantilado!

Zumbido de abeja, corta la promesa, entra por lo blando y sale por su vida, la flecha disparada del día.
El arco ha sido tensado, los dedos de un padre nervioso y desesperado, a golpeado a lo más sagrado, está sangrando y el alma se le escapa en grito a un ángel destrozado.

Ruge la marea y es todo lo que se escucha, ya no hay pecho suspirando de locura, ha sido una ardua lucha.

Ángel / Dragón: -¡Piedad! Deidades de los campos Elíseos, almas que flotan alrededor de los muertos ¡No se lleven a lo que más quiero!

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Todo el ejército del rey consigue derribar al dragón. Él se rinde, lo permite. Su amada cuelga quieta en su lomo. La entrega con recelo, le clavan las cadenas a su cuello. Ahora es prisionero, un ave que le arrebataron el cielo.