todas mueren por mi ! yo soy betty la fea, one shots

vegas 💟 mario x male oc

*no editado
mario x male oc
tw: infidelidad, diferencia de edad, smut gay, sobreestimulación.

“No eres más que un perro, un jugador, lo entiendo. Un fraude, un jugador, lo entiendo. No eres más que un perro de caza.”

Victor desconoce del poder de Mario cuando lo ve por primera vez, desconoce su posición económica aunque la deduce cuando se aparece en un traje elegante a la entrada de la empresa en que él es recepcionista. Lo analiza moverse con ensayada determinación, la finura de una pantera en una cristalería, cuidadoso a la hora de tratar a su superior mayor al menos a lo que veía en los minutos que pasaban esperando a que bajarse el ascensor o que les trajesen las llaves de sus autos al anochecer.

Él lo observa pasear por ahí con su seño de seriedad y sus zapatos caros, todo hasta que Mario se atreve a preguntarle al chico detrás del mostrador la hora incluso teniendo su bonito reloj envuelto en la muñeca, Victor trató de no tartamudear. Eran las 10:15 am, si gusta le puedo ofrecer un café u otra bebida, estoy a sus órdenes. Si, por supuesto que estaba a sus órdenes, Mario le sonrió aceptando que le pidiese un café, aquella mañana se retrasaba el ejecutivo que él venía a ver así que esperaría en la sala de recepción, claro si a Víctor no le molestaba. No, para nada, Don Mario, es usted bienvenido. Al chico le parecía sumamente raro su comportamiento, en días pasados parecía no haber siquiera reparado en que había una recepción en primer lugar. Le sorprendió mucho cuando giró el rostro y le encontró mirando de vuelta, una sonrisa media salía de sus labios, Victor se contenía la emoción mirando al computador aunque no estuviese viendo nada.

Alguien de impecable vestimenta aparece en las puertas de la empresa, salvando a Víctor de la mirada escrutadora del castaño que abandonó el primer piso al lado del contador, el chico respira de nuevo. Antes de desaparecerse, Mario se acerca directo a su cara. No se mueva ni un centímetro, cuando regrese quiero verlo aquí. Victor hizo amago de soldado para no moverse mientras el otro tomaba su camino, era caricaturezco y se detuvo de hacerlo sintiéndose tonto, él no se refería literalmente a que no se moviera solo era que él le estaba prestando mucha atención a sus órdenes, si él ha dicho que se lance del quinto piso ahora mismo estaría subiendo en el ascensor directo a hacerlo. Mario internamente sabe esto.

Victor no toma la hora de comida para esperarlo, recuerda bien, Don Mario Calderón quiere verlo al bajar así que él le daría lo que le pidió. Pero este señor no baja, se pasa el almuerzo y pasa una hora más. A Víctor le parece de muy mal gusto el tener que comer en horas de trabajo pero se perdona a si mismo porque no ha tenido tiempo de comerse su torta y muere de hambre, una vez no haría mal a nadie. Realizó una gran mordida antes de que el elevador abriera sus puertas al vicepresidente de Ecomoda, Victor sentía que se atragantaría pero no podía hacer más que taparse la boca y masticar lo más rápido que podía. El castaño se acerca para poder burlarse del chico que en nervios solo se sonríe sin abrir la boca. A Mario le agrada que tenga la boca llena en aquel momento aunque le gustaría más que la tuviese llena de otra cosa y se lo pronuncia tal cual al muchacho que no evita reírse aún masticando, por un momento se le olvida quien le habla pero al reparar en ello reconoce que aquello fue un coqueteo. Le sigue el juego al terminar de tragar, agarra su botella de agua y antes de tomar le contesta que como de qué más podría él llenarla. Le parece divertido pensar en lo que hacia, peligrosa la sensación de que un ejecutivo importante estuviese siquiera teniendo aquel juego con él, más sabiendo la gran admiración gay que el contador tiene hacia Mario quien no le hace ningún caso. Si ese mequetrefe se entera de su pequeña conversación, adiós empleo, se reprende Víctor mentalmente, igual los penetrantes ojos del castaño lo distraen en un momento.