Capítulo Cuatro "¿Qué estamos haciendo?"

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Aunque quise, y estaba seguro ella también, no hubo tiempo para hablar de la noche anterior, el caso de la mujer en Central Park nos mantuvo bastante ocupados a todos, tendría que esperar.

—Hay un posible sospechoso—me llamó Alfonso sacándome de mis pensamientos.

—Vamos—asentí levantándome de mi silla.

Salíamos del lugar cuando vi a aquel hombre entrar, el que ahora sabía era el ex prometido de Dulce ¿qué hacía ahí? Alzó la cabeza en señal de saludo y curvó una sonrisa sin detener su andar. Alfonso me llamó de nuevo, así que seguí caminando.

— ¿Estás bien? —preguntó cuando subimos al auto.

—Sí, sí, todo bien.

— ¿Conoces al hombre que entró?

—Sé quién es—volteé hacia el edificio—, pero no lo conozco. Vamos por el sospechoso.

—Está bien—no lo vi convencido, pero no preguntó más.

Regresamos con el sospechoso y un par de golpes en el rostro, íbamos a disfrutar tanto ese interrogatorio, no nos dijo mucho, pero no era el asesino, de igual manera se quedó por posesión de drogas.

Salí de la sala de interrogatorios viendo a Dulce llegando a su escritorio, con una bolsa nueces y un jugo.

— ¿Se te atravesó una pared? —preguntó en cuanto me vio.

—Una pared de un metro ochenta, está detenido.

— ¿Vamos a comer?

—Muero de hambre, vamos.

Fue casi al final de la comida que recordé la presencia de su ex novio en la estación.

— ¿Tu ex novio tiene algún problema? —pregunté caminando de regreso.

— ¿Por qué? —me vio confundida.

—Lo vi en la estación cuando salí a arrestar al sospechoso.

—Amm, solo me dijo que alguien lo estaba acosando, lo mandé con Jerry, es abogado, algún cliente inconforme tal vez, supongo fue a ver cómo va el caso, Jerry dijo que puede ser algún bromista.

— ¿Te dijo algo hoy?

—Nada, solo me saludó a lo lejos.

— ¿Aun te importa?

— ¿Qué? —rio— ¡No! Para nada.

—Estás muy enterada de cómo va su caso.

—Espera—detuvo su andar—. ¿Qué es esto?

— ¿Qué es qué? —también me detuve.

— ¿Qué estás haciendo?

—Nada, solo estoy preguntando.

—Parece más un reclamo, si lo sé es porque Jerry me lo dijo, yo no pregunté nada.

—Oh vaya—asentí comenzando a caminar de nuevo.

—Chris—me detuvo jalándome de la mano, casi nunca me llamaba así.

— ¿Qué pasa? —volteé a verla, su mirada mostraba una gran confusión.

—Eso mismo pregunto ¿qué te pasa?

— ¿Qué me pasa de qué?

— ¿Por qué el reclamo a algo que no es?

—No es reclamo—me encogí de hombros—, es solo que...—me mordí el labio, viéndola reír— ¿De qué te ríes?

—De que cualquiera pensaría que son celos—volvió a reír.

Delito de Amarte (Vdy) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora