Capítulo Dieciséis "Nueva"

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Salí rápidamente a buscarla, pero no la vi por ningún lado, entonces decidí ir a su departamento, con suerte estaría ahí, subí lo más rápido que pude y llegué a su puerta de la misma manera, usé las llaves que me había dado, pero no obtuve resultado.

—Cambió las cerraduras—escuché a mis espaldas, era la mujer a la que ayudamos una noche. Sally.

— ¿Cuándo?

—Ayer, cuando llegué de trabajar estaban terminando de cambiarla, ella se fue esta mañana, llevaba un par de maletas grandes.

— ¿Te dijo a dónde?

—No—negó con la cabeza—, solo se despidió.

— ¿Iba con alguien? —recordé a su amiga.

—No—negó de nuevo—, sola.

—Gracias—suspiré y le extendí mi tarjeta—. ¿Podrías llamarme si sabes algo?

—Claro que sí—asintió recibiéndola.

Salí de ahí con rumbo al laboratorio, necesitaba hablar con Gary de inmediato. Lo encontré en su oficina, afortunadamente estaba solo.

—Hola Gary—saludé en cuanto entré.

—Christopher—me vio desde su silla—, me imagino que estás aquí por Dulce.

—Así es. ¿Te dijo por qué?

—No—suspiró negando con la cabeza—, solo dijo que tenía que irse, intenté disuadirla, pero estaba decidida a irse.

— ¿Te dijo a dónde?

—No, nada, no pude hacer nada, así que acepté su renuncia.

—No logro entender por qué, tampoco quiso decirme nada, fui a su departamento y cambió la cerradura, su vecina me dijo que había salido temprano con dos maletas.

—Debemos respetar su decisión Christopher, si no quiso decir a dónde se iba o por qué su razón tendrá, su vacante está abierta por si desea volver, mientras, trabajarás con alguien más, estará en la estación esta tarde.

—Así de fácil—me crucé de brazos—, ya tienes su reemplazo.

—No, piensa en que puede ser temporal, como dije, la vacante está disponible por si quiere volver.

—No puedo estar tranquilo sin saber qué pasó.

—Respeta su decisión, deja que haga lo que tenga que hacer. Si te sientes más tranquilo, te mantendré al tanto si sé algo de ella.

—Gracias—suspiré resignado.

Traté de concentrarme en mi trabajo, pero ver la silla vacía junto a mí me atormentaba a cada segundo, intenté llamarla algunas veces, pero su celular me mandaba directo a buzón, no me sorprendió, sí que estaba siendo un día bastante largo.

Regresé a la estación después de comer, apenas y pude hacerlo, pero Christian insistió y no me pude negar.

—Creo que ya llegó tu nueva compañera—señaló con la cabeza hacia el escritorio junto al mío—, no está nada mal—sonrió.

—Bueno, acércate y háblale.

—Tal vez después, tengo que volver al laboratorio.

No me sentía cómodo con la idea de que ocupara el escritorio de Dulce, pero no me iba a poner a hacer una escena por ello, suspiré y me acerqué un poco más despacio de lo normal, la mujer me vio cuando dejé mi botella de agua en el escritorio.

— ¿Christopher Uckermann? —preguntó con una sonrisa.

—Sí—asentí—, tú debes ser la nueva.

Delito de Amarte (Vdy) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora