Delito de Amarte (Vdy) ©

Capítulo Veintisiete "Lejos"

Le di un par de minutos antes de comenzar a contarle todo, sería difícil sin duda.

—Dime qué pasó—suspiró.

—Ven—tomé su mano caminando hacia nuestros escritorios.

—Estoy tan confundido—se dejó caer en su silla.

—Primero—lo vi a los ojos—, tengo que pedirte perdón .

— ¿Por qué?

—Por mentirte esta mañana, no fui con Sandra, fui con Anny a traer a Tania.

— ¿Tú sabías dónde estaba?

—Hasta ayer—asentí—, mira, llevaba tiempo sospechando que esto era una manera de llamar tu atención, pero comencé a confirmarlo cuando llegó el reporte de haberla visto subir a un Mustang negro, ese auto estaba afuera de la casa de Adam aquella noche, seguí investigando, con ayuda de Anahí y algunos favores cobrados. Armamos un plan y funcionó.

— ¿Una de tus estrategias?—apenas sonrió.

—Sí, algo así. Bueno, teníamos que desmentir su versión del secuestro, para ello Anny se acercó a la casa donde estaba como si fuera una civil, la misma Tania abrió la puerta, pero—suspiré—, mejor escúchalo tú.

Le mostré la grabación, con cada segundo su decepción aumentaba y mi corazón estaba roto por ello, pero el engaño de Tania era peor. Dejó la grabadora a un lado viéndola sobre el escritorio.

— ¿Por qué lo hizo?—suspiró.

—Quería que pareciera que estaba en peligro para que tú la salvaras, tal como...

—Tal como lo hice contigo—asintió lentamente.

—Sí—suspiré—, y saber si serías capaz de matar por ella.

— ¿A Mark?, ¿quería que asesinara a Mark?

—Un tanto sociópata me parece.

— ¿Cómo fue que llegó a esto?—se llevó el dedo índice y pulgar al puente de la nariz.

—Amor—coloqué mi mano sobre su mejilla obligándolo a verme—, eso lo sabremos si algún profesional la evalúa.

—Sí, debe recibir ayuda psicológica. Pero aún queda el tema del falso secuestro, cometió un delito.

—No la hemos procesado de manera oficial, no hay un caso abierto por ello.

— ¿Por qué no?

—Chris, ¿de verdad quieres hacerlo?

—Cometió un delito Dul, y nos mintió a todos, a sus padres, a Adam, Mark, estábamos tan preocupados por su inmadurez.

—Haremos lo que decidas, pero, si me permites hacer una sugerencia—me vio asintiendo—, dejemos que le hagan la evaluación psicológica y ya con los resultados decidimos qué hacer.

—Está bien—suspiró—, hagámoslo así.

—Perdón por mentirte.

—No te preocupes amor—tomó mi mano besando el dorso—, lo hiciste para descubrir la verdad, es solo que—suspiró—, el coraje, la decepción por lo que hizo me gana, mi mente de policía me dice que la procese y que pague como tenga que pagar, pero creo que tienes razón.

— ¿Hablarás con ella?

—No, al menos no ahora, lo que sí haré es llamar a sus padres, y decirles lo que hizo.

—Está bien.

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Sería una plática difícil, para todos. Como decidimos no procesarla, por ahora, le pagué una habitación de hotel custodiada por dos policías, obviamente no la íbamos a meter en nuestro hogar.