Alfonso nos miró a ambos sin entender absolutamente nada.
—Entonces, ¿me dirán quién es o tengo que investigarlo por mi cuenta?
— ¿Recuerdas que una conocida me buscó porque alguien entró a su departamento?
—Ajá—asintió.
—Megan White es la amiga con la que se estaba quedando.
—Entonces vamos por ella.
—No está en Nueva York, se fue a Washington...—se quedó pensando.
— ¿Qué pasa? —pregunté.
— ¿No se les hace extraño que se fuera justo el día del asesinato de los Lindberg? Y hay otra cosa que se me hace extraña.
— ¿Cuál? —ambos lo vimos.
—Vamos a su departamento, llamaré a Jane.
Llegamos al lugar casi al mismo tiempo que Jane así que comenzamos de inmediato, estaba hecho un desastre, casi como el de Sandra.
—Me alegro que llamaras—dijo Jane—, terminamos de procesar la evidencia...
—Déjame adivinar, nadie entró a rebuscar entre sus cosas.
— ¿Cómo lo sabes? —arqueó una ceja.
—Dinos lo que la evidencia te mostró y después les digo mi teoría.
—De acuerdo, en las escenas anteriores se encontraron huellas, aún no sabemos quién es, pero en el departamento de Sandra y en el de Lauren estaban en la puerta y en el de Lauren también en la ventana, pero en el de White no había otras más que las de Megan y Lauren, ahora, en las escenas anteriores habían destrozos, claro, al intruso no le importaban las cosas, pero en este caso todo parece haber sido minuciosamente acomodado, además, revisamos videos de vigilancia, no hay ningún registro de un hombre con un tatuaje en el cuello, en él solo se puede ver a Megan White entrar y después salir con una maleta, ella desordenó su departamento para que cuando Lauren llegara pensara que el acosador había vuelto, la quería fuera de aquí, tal vez usó eso para ocultar algo.
—Pero—intervino Alfonso—, sabía que la policía procesaría el lugar.
—Y ese fue su error—sonrió Jane—, encontramos rastro de sangre, pensamos que era del intruso, pero no, era del señor Lindberg, ¿Christopher? Tu teoría.
—Ya dijiste la mitad—rio—, no fue a Washington por trabajo, está huyendo, quiso recrear la escena en el departamento de Lauren porque no quería que ella encontrara algo, bueno, no pensó mucho en la policía.
—Eso quiere decir que lo que sea que esté ocultando sigue aquí, por algún lugar—deduje a lo que él asintió.
Comenzamos a buscar por cada rincón de ese lugar, ropa revuelta, jarrones tirados, pero no rotos, sillas con las patas arriba pero sin seña de violencia, bastante sospechoso, cuadros movidos, un completo desastre montado, caminé por la estancia sintiendo entonces una tabla floja del suelo, estaba sobrepuesta, la retiré con mucho cuidado viendo que había algo ahí.
—Tengo algo—avisé teniendo a Christopher ahí en unos segundos.
— ¿Qué encontraste?
—Lo que nos hacía falta para esclarecer el caso—saqué la blusa con sangre y el arma que la prenda cubría.
—Lo analizaré—dijo Alfonso detrás de nosotros.
Era hora de buscar a Megan White, solo sabíamos que estaba en Washington, y ahora, tal vez también en eso había mentido.
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Delito de Amarte (Vdy) ©
RomanceNueva York, la ciudad que no duerme, y tampoco el crimen, afortunadamente los detectives e investigadores del laboratorio criminal tampoco. Dulce y Christopher han sido compañeros y amigos durante un año y nada más allá, al menos hasta que alguien d...