Efímero [1]

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"Inmersión en la historia".

"Todos necesitamos un rayo de luz por la ventana de nuestra oscura realidad,un destello que le de brillo a la borrosa pena de la existencia".

Alex.

— Mi nombre es Alex Shaun, piel blanca, ojos café, no muy alto, cabello negro, el típico chico normal, yo era un chico algo callado, al que la vida le daba igual.

¿Y como no? es solo un ciclo donde las desgracias que les pasan a otros te terminan pasando a ti,yo era así ya que en mi familia todo funcionaba de una forma correcta y aburrida, con una rutina monótona y nada emocionante, pero...

¿Que tiene eso de malo?.

Pues a veces era tan vacía que no pasaban ni cosas buenas ni malas, solo era vivir por vivir, con el propósito de seguir viviendo con la ilusoria esperanza de llenar ese vacío de vida que llevábamos siendo esclavos de cargas sin sentido...o al menos eso pensaba cuando mi madre descubrió que mi padre le había sido infiel, y pues, tenía una hermana.

Allí se fue todo al carajo.

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Un rayo de luz traspaso mi ventana sacándome de un profundo sueño.

Abrí los ojos con pesadez y una leve migraña se hizo presente en mi cabeza, dándole paso a mi humor vespertino.

— Maldito sea el sol,siempre lo mismo — Gruñí — Odio ese jodido rayo, pronto me voy a librar de esa estúpida ventana — Dije por lo alto a la vez que me cubría con el cubrecamas.

Esperé algunos minutos a que mi humor bajara de tono y me levanté a duras penas, lavé mí rostro y procedí a salir de mi habitación con una sonrisa o al menos un intento de ella.

Cómo si fuese tan fácil.

No siquiera estaba plenamente conciente aún.

— !!Buenos días mamá¡¡ — Dije al despertar completamente y lograr ver a mi madre cocinando...algo que no era costumbre ver en ella, casi siempre lo hacía mi padre cuando estaba en casa, ya que por su trabajo estaba muy ausente, y cuando el no estaba mi madre se iba a trabajar sin desayunar, cosa que no pasó está vez.

— Oh, Alex,despertaste ¿Cómo estás cariño? — Respondió esbozando una gran sonrisa.

— Estoy bien mamá,¿Tú cómo dormiste? — Dije mientras me acercaba a la mesita de la sala de estar.

— Yo dormí como siempre — Dijo burlona negando con la cabeza.

— !!Mamaaaaa¡¡ — Se oyó el grito de mi hermana menor, Dina.

Perfecto.

— Diny — Respondió mi madre de la misma manera en que me respondió a mi.

Todo es taaan repetitivo.

— Mama... — Dina se metió a la cocina y comenzó a conversar con mi madre en un tono lo suficiente bajo para dejarme sin poder oír.

Luego de unos minutos Dina se acercó a mi.

— Hermanito,¿Qué haremos hoy? — Preguntó.

— Solo veremos alguna película ¿No? — Respondí sin ánimos y el fantasma de una sonrisa.

— El desayuno está listo,!!vengan a comer¡¡ — Gritó mi madre.

Ambos procedimos a correr a la mesa de la cocina.

— Yo llegaré primero — jugué un poco.

— No,no me vas a ganar — carcajadas alegres por todo la casa.