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"¿No puedes esperar cinco minutos?".

— Dijiste que estabas tratando de proteger mi corazón. Pero lo mataste en su lugar.

📚: My darling Arrow.

Alex.

Rayos.

Mentiría si dijese que esto de estar secuestrado me gusta.

¿Cuál es el afán por llevarme a lugares sin mí conocimiento?.

Aunque quisieras oponerte no podrías... Digamos que eres fácil de llevar.

Fruncí el ceño y forcé una sonrisa.

— ¿Me explicas cómo llegué aquí? — Ella ladeó la mirada.

— Digamos... Qué no había nadie más en la academia y le pedí a un profesor que me ayudara a llevarte al auto de mi hermano — Dió un risilla — Eres facil de secuestrar, no das mucho trabajo —

Te lo dije.

Sisi ya entendí.

— Eso estuvo mal Lina — Intenté levantarme pero mi cuerpo estaba algo débil — ¿Serías tan amable de darme un vaso con agua? — Forcé una sonrisa nuevamente.

— Palabra mágica — Sonrió acercando su rostro al mío.

— Vete al demonio —

Ella se alejó rápidamente y su rostro mostraba la molestia que le había causado. De verdad no deseaba ser tan hostil con ella pero sus actitudes de hace días me estaban pasando factura, estaba harto de sus cambios de humor y de sus acusaciones vacías.

— Que sea la última vez que me respondes así —

— Que sea la última vez que me traes a tu casa sin mi consentimiento —

Ella se dió vuelta y salió de la habitación.

Bueno, necesito avisar a mi madre dónde estoy.

Busqué mi teléfono por todos mis bolsillos y no estaba, busqué con la mirada por la habitación y aún no lo encontraba, hice un esfuerzo por levantarme y lo logré, aunque fue algo realmente molesto ya que mis piernas estaban dormidas y el hormigueo era realmente insoportable.

En una de las mesas estaba el teléfono de Lina, lo tomé y para mi fortuna no tenía contraseña.

Llamé a mi madre.

...

...

— ¿Hola? ¿Quién es? — Suspiró — Si es una llamada de broma puedes irte al carajo —

— Veo que no has tenido un buen día madre — Hubo silencio por unos segundos — ¿Hola? —

— ¿¡Se puede saber dónde demonios estás!? — Sonaba molesta.

— Tuve un pequeño accidente en la academia y justo estoy con una amiga que me ah traído a su casa — Sin mi permiso o previa autorización pero bueno, son detalles insignificantes — Pronto me iré a casa —

— Más te vale que me expliques todo lo que está pasando y tengas de verdad una buena escusa para estar en casa de una chica — Suspiró — Espero no me estés mintiendo para coger y ya, y si es así espero tengas tus condones Alex, no estoy preparada para ser abuela —

Mi cara se contorsionó en una mueca de indignación.

— ¿Crees que yo haría eso? —

— Claro, yo lo hacía y pues... Tu saliste de mi, así que si te creo capaz —

Efímero [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora