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"Es... hermosa"

"Ella sin saberlo produce un caos en mí"

Dorian A.

Alex.

De un momento a otro ese ambiente de tensión incómodo se incrementó, pero no en mal sentido, está vez esa tensión recaía solo en ella y en mí.

Es como si nuestro alrededor hubiera desaparecido repentinamente.

O bueno.

Desearía que hubiese desaparecido solo yo.

Ella estaba allí, frente a mi.

Sus ojos café se posaron en mi causando que ella entreabriera sus labios, tal vez buscando las palabras para romper el silencio extenuante que se formó entre nosotros.

De igual manera los efectos en mi se hacían notorios.

No podía dar cabida a una palabra, me había quedado totalmente congelado, en este preciso momento el revoltijo de emociones me había dejado totalmente mudo.

Ella movió los labios saboreando lo que estaba a punto de decir. Podía notarlo.

No seas idiota.

Habla tu primero.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntamos los dos al unisono. Evadimos nuestras miradas apenados.

Bien, típico de una película romántica cliché.

Vas por buen camino.

¡¡No quiero ir por ningún camino!!.

Intenté hablar pero cerré la boca de golpe al notar que ella iba a hacerlo.

— Yo estoy cerca de mi casa, tu si estás lejos... Así que ¿Cómo llegaste aquí? — Me rodeó y se posó frente a la nevera.

Kara y Mike aún estaban allí, frente a la mesa del comedor. Ambos entretenidos, ajenos a las otras dos personas presentes en la cocina solo eran ellos hablando en su mundo.

Lina los ignoró por completo de igual manera.

— Una amiga me pidió que viniera — Respondí al fin.

— Tsh, esto está cerrado — Gruñó y se alejó de allí para detenerse frente a Kara — Hace poco te oí decir que tenías la llave de esto ¿Me equivoco? — Kara la observó de pies a cabeza y colocó una mueca rareada.

— ¿Y tú quién eres? —

Mike desvío la mirada hacia otro lado evitando ver la chica frente a él.

— No tengo que darte explicaciones — Colocó la mano frente a ella y se dirigió a su acompañante — Mike, ¿Podrías darme la llave? — Mike se tensó al instante y pareció ahogarse con saliva. Tosió.

Respiró profundo cosa que le fué más difícil al notar la mirada desconcertada de Kara a su lado.

Ella lo examinaba esperando una respuesta.

Él parecía no querer dársela.

Sospechoso.

— Kara, ¿Podrías darle la llave por favor? — Sonrió a medias y envolvió a la pequeña chica a su lado con su brazo pasándolo por encima de sus hombros.

Pareció dudarlo pero al final cedió.

Lina sonrió victoriosa y les dió la espalda para atacar la nevera.

— Me debes una explicación — Kara frunció el ceño y apretó ambas manos a sus lados. Tomó a Mike por la muñeca y se lo llevó fuera de la cocina.

Efímero [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora