Efímero [1]

26

"Danza sobre mi corazón como si fuese pista de baile, písalo, date vueltas sobre él y sigue el ritmo, lento y suave de su palpitar, hazlo desbocar con tu ritmo candente pero da los pasos tan livianos para que no lo destrozes".

—Merrie.

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Han pasado dos días desde aquella carta que lo dejó con tantas palabras atrapadas, enjauladas, destinadas a nunca ser escuchadas y perderse en el profundo olvido. Aquella joven se había ido, se fue sin siquiera darle tiempo a él para desearle buena suerte, o siquiera expresarle su pesar por haberla olvidado... O peor aún, disculparse por aún no haberle recordado.

El joven pelinegro no era el mismo, un fuerte sentimiento reprimía su función mental desde ese acontecimiento, lo ah dejado descolocado, al punto de no poder rendir en ninguna de sus actividades.

Se ah metido en problemas en el instituto, en la academia, con su madre... Pero no es capaz de decirle a nadie que es lo que pasa, retiene todo sus sentimientos y pensamientos.

<<Nadie lo entendería — Pensó. — Después de todo; Ni yo lo entiendo. Mi vida ah caído muy bajo en solo dos días>>.

Taylor ah estado hablando más seguido con el joven, ah sido un consuelo bastante agradable aquellos momentos de carcajadas, pero en estos momentos como ahora es que el joven sentía una necesidad asfixiante de su persona, de su cercanía... Él no podía entender la fuente de paz que lo abordaba cuando ella estaba con él, eso era algo incierto pero aún así lo disfrutaba...

<<¿Estará bien? ¿Podrá venir a acompañarme?. Sé muy bien que no>>. Resonaba la voz dentro de su mente.

Él está sentado con sus rodillas abrazadas a su pecho en el piso de la vieja casita cerca del instituto, el frío está tan desesperante que cada respiración es visible, su piel está fría, tiembla y carece de tacto gracias a lo congelada que está...  La noción del tiempo se ah vuelto algo desconocido, solo sabe que es de noche y no quiere irse de aquél lugar abandonado, la soledad lo envuelve en un ambiente gratificante, ah llorado por horas aquí, ah desahogado casi todo lo que reprimía, en silencio.

<<No deseo que alguien pueda ver mi estado>>.

Aunque él sabe muy bien que los hilos están tomando forma... Ginna lo espera.

Justamente hay un mensaje de ella en su celular.

Ginna: Ya fui por Taylor, espero ya estés allá.

Suspiró y dio un mirada a los chorros de agua que caen desde el techo; Es algo tranquilizante.

<<Vuelves a ser una bestia.>> Le recitó la voz de sus pesadillas.

<<No...>>

<<Estas planeando la caida de alguien más, buscas sus debilidades para dañarlos ¿Acaso eso no es ser despiadado? Eres toda una bestia...>>

<<No quiero seguirme arrepintiendo de nada.>>

<<Te arrepentirás en el infierno, créeme.>>

Sus ojos dejaban caer lágrimas de manera descontrolada, no era un buen momento en absoluto... Sacudió su pantalón, la lluvia era fuerte, la brisa estaba helada pero no le importó; salió de aquel lugar que encofraba sus más sensibles pensamientos con sólo una frase rondando su mente.

<<Voy a seguir mi maldito instinto, y seré feliz>>.

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