Efímero [1]

16

"Entonces hay un trato".

“El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio”.

— Stendhal... 🖋️

Lina.

(Dos semanas después).

Agh.

¿Por qué el calor tiene que ser tan fuerte a estas horas? Siento que en algún momento caeré derretida.

Dios.

No van ni diez minutos desde que salí de mi casa y ya tengo la espalda empapada de sudor.

Iugh.

Hice una mueca automática de asco y capté la atención de un chico frente a mí.

Él frunció el ceño antes de que pudiera soltar la más minima palabra y se dió vuelta.

Estaba allí parado y justo al verme dió vuelta pero inevitablemente ambos nos dirigíamos al mismo lugar.

Agh, idiota.

¿Por qué todos son así?.

No todos son así...

— ¿Sigues molesto? — Pregunté y luego me sentí estúpida ya que la respuesta era obvia.

— ¿Lo dudas? — Dijo tajante.

— Si sigues molesto entonces no veo las razones para que me estés acompañando a la academia —

— Vamos en la misma dirección, ¿Lo olvidas? —

Maldición.

¿Qué me pasa hoy?.

Me siento estúpida.

Es el calor, tranquila.

Agaché la cabeza y me encogí de hombros.

— Al menos podrías decir el por qué — Mordí mi labio inferior y jugueteé con el.

Se detuvo en seco y choqué contra su espalda lo que me obligó a dar dos pasos hacia atrás.

Agh, mi nariz... Aagh.

— Creo que es más que obvio Lina — Su voz se hizo más grave lo que me causó algo de miedo. Él lo notó — Agh, perdón... Simplemente no esperaba eso de ti, y prefiero no tocar el tema —

Otra vez con eso.

Cada vez que Jayden estaba molesto pasaba lo mismo, siempre se encerraba en sus pensamientos y no me dejaba ver qué es lo que pasaba.

Incluso ahora cuando el motivo de su molestia eh sido yo.

— ¿Tiene que ver con los rasguños en tu cara? —

— Ni siquiera los menciones, me siento inútil de solo recordarlo —

— ¿Pero es por eso? — Intenté sonreír pero me contuve al ver su mirada hecha una furia.

— No, pero si tanto quieres saber entonces te lo diré, solo espero que luego no te sientas mal —

Presiento que va a ser una excusa estúpida y sin sentido.

Aunque para aplacar el dolor que seguramente sentiré, sea lo que sea que vaya a decirme prefiero; antes prefiero recordar ese momento tan icónico.

Eran al rededor de las cinco de la tarde, el sol ya estaba en su etapa más baja dando paso a la oscuridad de la noche.