El Renacer ~¿Un Mate? 2

🍀Cap8🍀

Dimitri

Sus malditos ojos.

Son de ese color verde que te quitan el aliento, de esos que te llaman para admirarlos, son el tipo de ojos a los que no puedes dejar de ver. Como los odio y a la vez los amo tanto, pero eso ella no tiene porque saberlo.

Solo puedo mirarla. A pasado tanto tiempo desde la última vez que la vi, la última vez que la abracé ¡Dios! Me muero por correr y abrazarla.

Me siento como un estúpido al no poder controlar los latidos de mi corazón, es patético el como mi corazón late tan rápido, no los puedo controlar. Pero lo peor es que sé que ella los puede escuchar, así como yo puedo escuchar los suyos.

Esta algo alterada, la verdad creo que su corazón late casi tan deprisa como el mío.

No puedo evitar escanearla, y creo que ella hace lo mismo conmigo; esta más alta por alguna razón, su cabello, más largo que la última vez que la vi, conserva esas curvas en las que admito por un momento casi me pierdo, maldición sigue igual de hermosa.

Mi mirada vuelve a sus ojos, ¡Carajo! ¿Porque tienen que ser así de hermosos? ¿No podían ser normales?

«Aún siendo normales se verían hermosos en ella»

«No ayudes tanto Liam»

Trato de acercarme a ella, pero apenas doy un paso ella se aleja, bien, no quiero que se valla así que me tocará hablar con ella con esta distancia.

— Aún no respondes mi pregunta.

— Debes irte Moon, — hace una pausa, y por un momento creo ver como Akira trata de tomar el control, pero no la deja — es por tu bien.

— ¿Por mi bien? ¡¿Qué carajos es por mi bien?! ¡¿El que te fueras es por mi bien?!

Ella solo me mira, sin decir nada y cuando doy un paso adelante y ella no retrocede me sorprende pero entonces es que me doy cuenta que ella está luchando contra su loba para no dejarla tomar el control.

Aprovecho su distracción y en un rápido movimiento me hacerco a ella, para cuando ella se da cuenta de nuestra cercanía es muy tarde para escapar, paso mis brazos por su cintura para que no se trate de alejar, ella rápidamente coloca sus manos en mi pecho para tratar de mantener algo de distancia.

Ella me mira sorprendida, y por un momento me llegan esos recuerdos de las primeras semanas que estuvimos juntos, el como me gustaba sorprenderla y mirar ese brillo en sus ojos, pero ese brillo no está ahí ahora, y solo puedo pensar en el echo de que quiero volver a ver ese brillo en sus ojos.

Pero entonces el recuerdo de hace un año y medio, cuando la pude rescatar si no hubiera sido ella misma la que se negara a venir conmigo, él recuerdo de ella diciéndome que nunca sintió algo por mí y que solo estaba conmigo para poder encontrar a su padre, pero como ya lo había hecho ya no me necesitaba.

El recordar esa noche me duele, duele como los mil demonios, pero aún tengo la tonta esperanza de que ella en algún momento llegara a sentir algo por mi, que de verdad hubiera llegado a quererme.

— Ahora quiero que me veas a los ojos y me repitas lo de aquella noche, Aliss. — murmuro, con mi mirada en sus ojos, tratando de descifrar que es lo que piensa.

Por un momento creo ver como Akira toma el control, pero entonces sus ojos se vuelven de un rojo el cual me sorprende, no es el rojo como el de los chupa-sangres.

La miró sorprendido, y algo anonadado por su color, pero también tengo curiosidad, ¿Porqué sus ojos se ven así?

«Su demonia imbécil» habla Liam

Claro, su lado demonio.

Nunca llegue a ver a su demonia, gamas vi sus alas, y es aquí que mi mente se llena de preguntas, ¿de que color son? ¿Son tan grandes como las Aarón? ¿O son normales como las de un demonio cualquiera?

Es en eso momento que escucho un gruñido por parte de ella.

— Puedo apostarte lo que quieras a que mis alas no son como las de cualquier demonio — habla, y trata de soltarse de mi agarre, pero no la dejo hacerlo – ¡Maldita sea sueltame!

— Olvidalo, — digo con un gruñido — te perdí una vez y no pienso volver a perderte.

— Debes soltarme, el vendrá pronto y no dudará en matarte.

— Esta vez tendrá que hacerlo, no pienso dejarte Aliss.

Miro como hay una lucha por tomar el control, esta lucha es entre Akira, Aliss y su demonia, te go que admitir que ver ese cambio de colores en sus ojos es algo hermoso de ver, pero al final soy consciente de quién gana la lucha por el control.

Aliss.

— Entonces tendré que rechazarte.

«???»

— Señor, tenemos una pista del paradero de... — antes de que pueda terminar lanzó una navaja serca de su rostro

— ¿En dónde está? — pregunto — y más te vale no estar equivocado.

— N-no señor, estamos seguros que se encuentra en Londres..

— ¿Entonces dime porque mierda estas aquí y no con un grupo de hombres buscándola?

— En eso estoy señor, solo venía aquí por su autorización para poder irnos — habla algo nervioso el inútil ese.

¿Pará qué me sirven esos idiotas si pueden pensar por sí mismos?

— Alista un grupo de soldados y vayan a buscarla, y dile a mi hermano que el irá con ustedes.

— S-si señor.

— Y dile que está vez no falle, ni se les ocurra pisar este castillo sin ella.

— Si señor.