Aliss
Camino sin mucho interés por la cocina mientras espero a que Dimitri termine de hablar por teléfono en el balcón.
Cuando veníamos de camino al apartamento, Dimitri me invitó a un baile para celebrar la inauguración de uno de sus hoteles, por lo que me dijo el lugar es muy exclusivo, por lo que el evento es elegante. No soy muy fan de esos eventos, pero no le iba a decir que no a él.
Mi vestido es algo simple, no me gusta mucho resaltar, pero creo que no lo logre al elegir un vestido como el que uso, el vestido que uso es color verde musgo, pegado al cuerpo hasta la cadera, es abierto en la pierna izquierda, mis tacones de punta fina, del mismo color, el vestido llega hasta mis tobillos, algo largo para mi gusto, pero la situación lo amerita. El maquillaje también es algo simple, no me gusta llevar mucho, un poco de brillo en los labios, delineador y rimel, las sombras en tonos muy opacos del mismo color de mi vestido. Simple pero rápido.
La verdad si me lo pensé mucho el si aceptae o no, la idea era pasar por desapercibida ante los hombres de Fernando, pero cuando lo hable con Dimitri me dijo algo que a decir verdad, es cierto, no pie so ocultarme de nada, no es como si estuviera haciendo algo malo, y lo que venga en el futuro, pienso llevarlo de manera diferente a como lo hice en el pasado, no pienso alejarme de los que quiero, a la mierda con los que se metan, no me interesa, me arte de poner a los demás por encima de mi felicidad, se acabó, Dimitri tiene razón.
Tan solo de recordar lo que él dijo, siento como él corazón empieza a palpitar más rápido, pero también se me pone la piel de gallina.
— Dimitri tenemos que pensarlo, el nos puede encontrar. — trato de hacerlo entrar en razón.
— ¿Y? — se encoje de hombros — Voy a ser muy franco contigo princesa. No me importa a quien tenga que matar, tampoco me interesa quien se ponga en mi camino, ya una vez te perdí, no pienso volver a hacerlo.
— Dimitri..
— No, no voy a dejar que un idiota se entremeta entre nosotros, te esperé por cuatro siglos. Solo un imbécil espera cuatro siglos y después la deja ir, ¿y adivina? No soy ese imbécil, y tampoco quiero serlo.
— Princesa, ¿estás lista para...?
Escucho como Dimitri me llama, me volteo para encontrarlo mirándome, aliso el vestido con mis manos, alzó la mirada encontrándome con su mirada, me sigue escaneando, ¿tengo algo en la cara? ¿El rimel se corrió? ¿Por qué me mira así?
— ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
— Para nada, estas perfecta. — responde pero me sigue escaneando de arriba a bajo.
— ¿Entonces por qué me miras así?
— Es que te vez...no puedo creer que seas mi novia, siempre estás hermosa pero esta vez, te vez...inalcanzable.
Nunca, en mi escasa —muy escasa— vida romántica, nunca me habían dicho algo así, así que esa es mi defensa por el hecho de que este como un tomate justo ahora. Ahora, hablar de que muy posiblemente me dé un ataque cardíaco de lo rápido que me late, el corazón claramente, ese es otro asunto.
He tenido la dicha de que siempre e sido muy segura con lo que respecta a mi cuerpo, siempre me e dado mi lugar como mujer y me e hecho respetar, sé lo que merezco y lo que no, lo que es mucho y lo es que es poco para mí, siempre he tenido mis pensamientos y sentimientos claros en lo que respecta a mi cuerpo o mi personalidad.
Pero maldición, por mucho que una mujer esté segura de sí misma y feliz con su cuerpo, con su forma de ser, nada de eso impide que un cumplido nos haga el día, que nos haga sentir bonitas, apreciadas, amadas.
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El Renacer ~¿Un Mate? 2
WerewolfMiles de recuerdos llegan a mi mente, su voz, su sonrisa, sus ojos verdes. Fueron muchos los momentos en los que disfrute con ella, y la odio, la odio por querer protegerme, ese es mi deber, cuidar de ella, entonces uno de los recuerdos que más me d...