🍀Cap. 32🍀

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Aliss

Sinceramente estoy muy cómoda, sin embargo hay una luz que me molesta, por lo que trato de moverme pero la luz me sigue molestando, por lo que al final no tengo salvación y me tengo que levantar, es entonces cuando me doy cuenta que la luz que me impide seguir durmiendo es proveniente del baño.

Dimitri no está en su lado de la cama.

Alejo las sábanas y me dispongo a ponerme de pie, cosa que hago pero la molestia en mis partes bajas se hace presente, es entonces que me doy cuenta que no llevo nada, sigo desnuda.

Mierda.

En la otra esquina de la cama logro ver la camisa de Dimitri, por lo que me estiro para tomarla entre mis manos y ponérmela.

Cuando llego a la puerta lo veo, con solo unos bóxers negros, está de pie frente al tocador y mira fijamente su reflejo en el espejo. Parece sumido en sus pensamientos, hasta que su mirada se dirige a la imagen de mi reflejo, parece detallarme.

Miro fijamente sus ojos a través del cristal, su mirada es suave pero tan intensa a la vez que simplemente me deja sin aire, en ocasiones siento que ese azul en sus ojos me consume de una forma que simplemente no logro explicarlo.

No amarlo se me hace imposible, me enamoré de ese azul en sus ojos, de su aroma, de esas sonrisas en las que sus ojos se achinan.

Sin decir nada me acerco más a él, abrazándolo por detrás acariciando su abdomen levemente marcado, hago el intento de soltarlo para poder verlo de frente, pero él me lo impide tomándome de las manos.

- No me sueltes, por favor.

Cinco palabras, diecinueve letras. Dichas en un susurro apenas audible que para cualquiera parecería poca cosa, pero a mi solo me rompen el corazón. ¿Qué tanto lo lastime al irme?

- No lo haré, no pienso soltarte. - digo también en un susurro - Ya no más.

Me aferro con todas mis fuerzas a su cuerpo, no queriendo soltarlo. No sé por cuanto tiempo nos mantenemos así, hay un momento en el que él se da vuelta entre mis brazos, lleva sus manos a mis mejillas, acariciando como si me fuera a romper o a desparecer en cualquier momento.

Su mirada esta fija en mis labios y la mía trata de escanearlo para tratar de adivinar que lo tiene así, tan vulnerable. Entonces lo hace, me besa.

Me gustaría decir que es un beso sueve y tierno, por el contrario, es apasionado y algo rudo, es uno de esos besos que te consumen por completo y te hacen desear mucho más.

Dimitri lleva sus manos a mi trasero y lo aprieta, haciéndome soltar un jadeo, pongo mis manos en su pecho acariciando. Él nos hace dar la vuelta para después alzarme y sentarme en el tocador, va dejando un rastro de besos desde mi boca hasta mi cuello, sus manos codiciosas acarician todo a su paso.

- Dimitri... - trato de llamarlo pero parece más un gemido.

El sale de su escondite para mirarme, en sus ojos se ve la lujuria y el deseo, uno del cuál solo le bastó unos segundos para contagiarme. Me dedica una sonrisa que bien podría derretir a cualquiera, mientras pone dos de sus dedos frente a mi.

- Abre la boca.

De pronto me vuelvo bastante obediente. Abro la boca y dejo que meta sus dedos, los acaricio con mi lengua mientras chupo y lo miro a los ojos retandolo. No se lo piensa mucho y sinceramente es algo que agradezco.

- Mierda..

Gimo al sentir sus dedos en mi entrepierna, no me avergüenza decir que no necesitó mucho para dejarme lista y deseosa de recibirlo en mi, aunque sus planes parecen ser otros, por que cuando pensé que reemplazaría sus dedos por su boca, lo que hace es alzarme, por lo que por instinto rodeo su cintura con mis piernas.

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2024 ⏰

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 El Renacer  ~¿Un Mate? 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora