🍀Cap19🍀

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Aliss

El camino de regreso al apartamento se me hace más corto, pero debe ser por que Dimitri me lleva sobre su espalda. En mi defensa ya no quería caminar, después de todo lo que me hizo caminar, no quería seguir haciéndolo.

Admito que esto se siente muy bien, el volver a estar con él, pero no sé cómo actuar, ¿qué se supone deba hacer? Además, ¿vamos a empezar desde cero o donde lo dejamos? Y ahora que lo pienso, no sé cuál de las dos está peor, si empezar desde cero o donde lo dejamos, porque si mi memoria no falla, no quedamos muy bien que digamos, y empezar desde cero impicla citas, pláticas, camas separadas. Si no, la idea no me gusta mucho.

— Oye perezosa. — salgo de mis pensamientos ante su llamado.

— ¿Uhm?

Cabe aclarar que tengo los ojos cerrados.

— Ya llegamos, ¿o es que piensas que suba al edificio contigo sobre mi espalda? — habla divertido.

— Tu fuiste al que se le ocurrió la grandiosa idea de hacerme caminar tanto, así que sí, sigue y avisame cuando llegues al apartamento.

Escucho su risa pero sigue caminando, siento la mirada de algunos al esperar el ascensor, cuando por fin se abren las puertas el da una paso a dentro, antes de que se puedan cerrar las puertas del ascensor alguien entra, si mal no recuerdo es mi vecino, que se corfirma cuando me saluda, el no quita su mirada de Dimitri, este por otro lado parece no importarle en lo más mínimo su presencia .

— Hola Poul.  —  le devuelvo saludo.

— Princesa, si mal no recuerdo ya vamos a llegar al apartamento, así que baja. — habla Dimitri.

¿Cómo sabe que estamos por llegar? No digo nada y bajo de su espalda, todo esto bajo la atenta mira de Poul, se siente un poco incómodo hacer todo bajo su atenta mirada. Por suerte para mi el ascensor nos deja en mi piso, salimos de este para dirijirnos a mi apartamento, Poul vive justo al frente.

— Buenas noches, Aliss. — dice pero parece muy ocupado viendo como Dimitri entra en el apartamento.

— Si, igual para ti.

Es lo único que digo antes de cerrar la puerta, no es un mal sujeto, pero hay algo que no me gusta de él, por lo que la mayoría del tiempo lo trato de evitar, además no me gusta las miraditas que me da, bien dicen que ojo de loca nunca se equivoca.

Cuando me doy la vuelta para tratar de caminar, algo o más bien alguien, me apresa contra la pared, alzo la mirada sorprendida y es cuando lo veo, sus ojos ya no son del azul que me hace perderme, ahora son de un color ámbar, mirándome fijamente.

El lleva su mano a mi mejilla, acariciando, y ese no es el problema, el problema es que lo hace con tanta delicadeza, como si temiera romperme, mete una de sus piernas entre las mías y su otra mano va a mi cintura, antes de que pueda pronunciar una sola palabra, me besa, pero lo hace de forma profunda, robándome el aliento, sus labios se mueven con tanta determinación sobre los míos que incluso me cuesta un poco corresponderle con la misma pasión y terminación.

Hace todo lo que puede por que no haya un espacio entre los dos, llevo una de mis manos a su cuello mientras que la otra la llevó a su espalda, acariciando. El deja salir un pequeño gruñido, uno que me pone los pelos de punta.

Lamentablemente en algún punto nuestros pulmones nos exigen oxígeno, por lo que me separo de él. Dimitri entierra su cara en el hueco de mi cuello, su respiración está un poco agitada al igual que la mía.

Carajo.

Antes de que pueda hacer algo, el se separa de mi, toma mi mano y me guía hasta la sala, aquí es cuando me cuestiono como sabe a donde va con tanta seguridad.

 El Renacer  ~¿Un Mate? 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora