🍀Cap. 25🍀

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Dimitri

Llevo más de cuatro siglos de existir, y no sé cuándo llegue a morir, tal vez nunca considerando que soy inmortal. Pero toda mi experiencia, todo mi conocimiento se va a la mierda por una puta corbata.

Las odio.

¿Cómo es posible que esta mierda sea tan difícil de desarrollar? Cuando Aliss me la anudo pareció muy normal, fácil de hacer. Pero es todo lo contrario, esto es una puta mierda.

Dejo escapar un pequeño gruñido de frustración, segundos después escucho una risa y alzo la mirada para poder ver a mi mujer divertida.
En otros tiempos no hubiera dejado que nadie se burlara de mí, pero verla a ella con esa sonrisa, lo vale, aún si es a mi costa.

Pero eso no evita que pueda hacer algo de drama. Por lo que alzo una ceja en pregunta.

— ¿Algo que quieras compartir?

Ella me sonríe y da un paso en mi dirección.

— Sí, la verdad si, de hecho hay varias cosas que te quiero compartir. Incluso te puedo hacer una lista.

— Soy todo oídos. — me cruzo de brazos.

— Número uno, — alza uno de sus dedos, llevando la cuenta — llevas más de cuatrocientos años de existir, ¿y te cuesta tanto desacer el nudo de una corbata? — da un paso hacia mí — Segundo, — alsa otro dedo y da un paso más — eres al que por mucho tiempo han llamado La bestia, pero aún así batallas contra una corbata.

— No...

— Es de mala educación interrumpir a las personas. — da otro paso —  Tercero, deberías dejar de fruncir tanto el ceño. — da el último paso para estar frente a mí —  Cuarto y último, solo lo estás empeorando.

Pasa sus manos por mi torso hasta llegar al nudo, un escalofrío pasa por todo mi cuerpo, ella sonríe mientras desece el nudo. Creo escuchar que algo se cae, pero no me importa.

Me dedico a mirarla, admirar su belleza, pero sobre todo admiro sus ojos, había olvidado lo hermosos que eran, lo mucho que podían brillar. Dicen que los ojos son las ventanas del alma.

Pará Aliss es así, con el solo hecho de mirarla a los ojos ya sabes como se siente, si esta feliz, triste, enojada, emocionada confundia o asustada.

Cuando entre en ese salón de clases, lo primero que hice fue buscarla, ver de donde venía tan exquisito olor, su olor es algo magnífico, algo digno de admirar, así como su belleza.

Aunque todo en ella es hermoso. Ciertamente me da mucha intriga el saber cómo es que la diosa luna me bendijo con una mujer como ella.

No solo es hermosa, es inteligente, ruda, su forma de hablar simplemente te atrapa, aunque hable de la cosa más tonta te atrapa, es imposible no prestarle atención, no es solo una chica bonita, es interesante, independiente y le importa muy poco lo que los demás tengan para decir, proteje a los suyos, su espíritu luchador.

Ella no es como cualquier chica.

Vuelvo a la realidad cuando ella trata de alejarse, tomo su cintura en mis manos y evito que se vaya lejos de mí, llevo una de mis manos a su mejilla, acaricio con delicadeza su mejilla, lo menos que quiero hacer es dañarla.

— No me voy a romper Dimitri.

— Lo sé.

No digo nada más y la beso, estuve dos años sin poder probar esos labios, por supuesto que ahora voy a aprovechar todo el tiempo posible con ella. Y algo que tengo a mi favor es la época del celo, se acerca. Voy a amar este año poder estar con ella, y no encerrado con llave en mi habitación. Me negaba a tener otra luna que no fuera ella.

 El Renacer  ~¿Un Mate? 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora