La luna se había ocultado y los rayos de sol empezarían a iluminar el cielo, así dando inicio para un nuevo día en la región de Alola.
Ahora en la casa de los Son, podíamos ver a un jovencito peli palmera de diez años el cual está descansando muy cómodamente en su habitación.
Goku: (bostezo) ok Rosita, si voy practicar besos contigo.
Este jovencito no se trataría ni más ni menos que nuestro protagonista favorito el aún seguía dormido mientras abrazaba un Dakimakura con la imagen de una Gardevoir.
Fasha: Goku el Sol ya apareció, tienes que levantarte.
Fasha entraría a la habitación de Goku la cuál estaba toda oscura por las cortinas.
Goku: tía porfavor cinco minutos más.
Esto lo diría Goku semi dormido.
Fasha: ya levántate Goku que hay mucho que hacer hoy.
Fasha caminaría hasta la ventana y ella abreria las cortinas haciendo que Goku se quejara por la luz del sol que ahora iluminaba su cuarto.
Goku:
Fasha: ya Goku no seas tan exagerado, ya levántate el desayuno está listo.
Fasha saldría de la habitación de Goku y este se tallaria los ojos para luego levantarse de su cama y estirarse un poco, el se acercaría a su clóset y empezaría a vestirse para luego salir de su habitación.
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Después de la muerte de su madre y gracias a la ausencia de su padre, Goku tuvo que abandonar Galar a su tan corta edad, así viviendo algunos años en Alola al lado de su familia.
Goku: buenos días familia.
Goku había llegado al comedor para luego sentarse junto al abuelo Gohan y caulifla la cuál tenía cinco años.
Abuelo Gohan: buenos días Goku, qué tal dormiste?.
Goku: bien hasta que me despertó mi tia.
Esto lo diría Goku dando un pequeño bostezo.
Goku: hola pequeña caulifla.
Goku acariciara el cabello de la pequeña caulifla, está tomaría su mano y la mordería haciendo que Goku gritara un poco del dolor.
Caulifla: ya te e dicho que no me gusta que me acaricies el cabello.
