Capítulo 16

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Las manos temblorosas tomaron aquellas hundidas mejillas, fue un toque suave, que apenas fue sentido por el otro chico. Minhee miró los ojitos llorosos que le devolvían una mirada suplicante, ya había dejado de rogar por ayuda un minuto atrás al darse cuenta que no estaba recibiendo respuesta alguna. Pero, la tardanza por parte del chico no se debía a que no quería ayudarle, al contrario, Minhee solo se encontraba plasmado con lo que estaba viendo.

— Tú... —Minhee quiso pellizcarse para comprobar que no había entrado a un sueño lúcido, pero no se veía capaz de soltar las mejillas ahuecadas en frente suyo—. Te... te sacaré de aquí, ven, te ayudaré a levant-

— ¿Minhee?

Los ojos perdidos delante suyo brillaron en temor, Minhee pensó que había estado llorando por tanto tiempo que las lágrimas ya se secaron dentro de sus ojitos, por ello no fue capaz de descargar la tristeza que se extendía en cada extremo de su cuerpecito delgado. Movió su cabeza hacia el espejo, ese que le había transportado a ese lugar. Fue capaz de reconocer la figura de Seongmin del otro lado, viendo a todas partes en la habitación, un tanto desconcertado por la repentina desaparición del más alto.

Antes de que Ahn descubriera dónde estaba, Minhee se inclinó más cerca del Seongmin que temblaba bajo sus manos.

— Volveré por ti, voy a sacarte y volveremos a casa, te lo prometo —dijo, esperando que él confiara en su palabra.

No recibió ningún asentimiento por parte del otro, lo que le partió el corazón. Seongmin no confiaba en él.

— Wonjin estará muy contento cuando estés de vuelta —murmuró, separándose.

Cuando Minhee se levantó, moviendo su cuerpo en dirección al espejo, vió al pelinegro parado del otro lado, observando en silencio. Ya lo sabía. A medida que avanzaba, Minhee tenía en su mente todos los momentos vividos con Seongmin. No reconoció a ese que estaba delante suyo, no reconoció a ese chico que mantenía en cautivero a otro para ser el único él en esta y otra realidad.

Cruzó el espejo sin quitarle la mirada de encima, observando como Seongmin retrocedía lentamente, devolviéndole la mirada con valentía. Por un momento, Minhee había creído que conocía a ese chico, desde sus gustos hasta sus imperfecciones, sus inseguridades. Pero ahora sabía que no tenía ni idea de quién estaba devolviéndole la mirada.

Woobin le había concedido su deseo de viajar a otra realidad para encontrar a Ahn Seongmin, aquel chico que buscaba con desespero, creyó haberlo encontrado, pero eso hubiera sido una misión demasiado fácil. Tendría que haberse dado cuenta de que no podía ser así, que había algo más detrás. Estaba con el Seongmin equivocado.

Tal vez su Ahn Seongmin intentó quedarse ahí, tal vez intentó ser el malvado de la historia, pero resultó vencido.

— Tú no eres el Seongmin de mi realidad, ¿verdad? —confrontó. El labio inferior del bajito tembló, parpadeó varias veces y, él no debió ser muy inteligente para saber que estaba buscando las palabras correctas para hablar.

Ahora, Minhee tenía dudas que solo podía ser respondida por el chico que se había quedado sin palabras. ¿Cuándo fue que cambiaron de lugares? ¿Cuándo lo encerró?

— ¡Él es el malo! —gritó Seongmin, la voz temblandole. Tenía lágrimas en sus ojitos, pero Minhee ya no podía creerle nada—. ¡Él me tuvo encerrado ahí por meses! ¡Yo... yo solo...! ¡Por favor, créeme! ¡Él intentó matarme!

— No te creo —musitó. El llanto de Seongmin incrementó ni bien terminó de decir aquello, ¿le dolía verlo llorar? Por supuesto que sí, su pecho le quemaba y su corazón le reclamaba que dejara de lastimarle.

— E-escapé cuando vino molesto porque hablaste con Wonjin hyung en el baño, t-tuve que salir o moriría —sollozó su explicación, mirándole directo a los ojos.

Minhee soltó una risa seca, avanzando más cerca. A diferencia de antes, el bajito no retrocedió.

— Eres muy bueno actuando, Seongmin.

Cuando el nombre salió de sus labios, los espasmos del cuerpo contrario se detuvieron. Las lágrimas dejaron de caer, vió la furia brillando en esos ojos que antes adoró y lo observó limpiarse las mejillas con brutalidad.

— Funciona con todos, pero no contigo, al parecer —dijo, las mejillas aún se mantenían rojizas por el llanto fingido—. O, al menos, dejó de hacerlo ahora.

El corazón de Minhee dolió en su pecho, ¿cuánto de todo lo vivido había sido actuación? ¿Qué momentos eran reales?

— Voy a sacarlo de ahí y tú no harás nada para evitarlo, ¿me has oído?

Seongmin se llevó una mano a su boca, comenzando a reírse, de una forma tan horrible que la piel de Minhee se erizó. No era su Seongmin, estaba más que confirmado para ese momento. Pero no tenía idea de a qué monstruo estaba enfrentándose ahora.

— Quiero verte intentarlo, Kang... no, mejor dicho, Kim Minhee.













yo sé q esto se lee muy flashero pero bno sjaksj m fumé cinco porros mientras escribía NO MENTIRA

en fin seguro publique otro capítulo más tarde aclarando un poco sobre lo q se menciona acá

MIRROR.          minijeuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora