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Capítulo 6

Jugo de cereza


Mikasa seguía triste por lo de los boletos, pero algo interrumpió sus pensamientos.

—¿Vienes a joderme de nuevo? —preguntó Mikasa.

—¿De qué forma? —preguntó Eren con una sonrisa.

—¿Qué quieres? —preguntó Mikasa mientras reposaba su barbilla en la palma de su mano.

—Quieres ir al concierto, ¿no? —preguntó Eren mientras se sentaba junto a Mikasa.

—Quítate de aquí —dijo Mikasa empujándolo.

—Ven y quítame.

—Imbécil.

—Me dieron dos boletos —dijo Eren suspirando mientras reposaba sus brazos en el respaldo de la silla.

—¿Y yo que tengo que ver?

—Te daré uno.

—¿Qué? —expresó Mikasa confundida.

—Odio escuchar tus berrinches —dijo Eren con cara seria volteando a verla.

Mikasa hizo cara de pocos amigos.

—No quiero ir contigo —respondió Mikasa.

—Yo tampoco. Pero soy una buena persona —dijo mientras ponía una mano en su pecho.

—Patético.

—Berrinchuda.

—Patán.

—Cara de culo.

—Cara de pija.

—Malcriada.

—Pito corto.

Eren guardó silencio y una sonrisa se extendió por sus labios.

—Seguro que sí —dijo él mientras sus ojos esmeraldas se perdían entre los ojos grises.

Mikasa volteó a otro lado para evitar verlo.

—Como sea. ¿Quieres o no el boleto? —preguntó Eren cambiando de tema.

—Querrás algo a cambio y no estoy dispuesta a saber qué es —respondió Mikasa.

—Oh, me conoces tan bien. Pero no te preocupes, no te obligaré a hacer nada que no quieras —dijo Eren.

—Imbécil. Tengo la suficiente dignidad como para no aceptar tus peticiones —respondió Mikasa dispuesta a irse de ahí.

—Haremos un juego —dijo Eren.

Mikasa detuvó su caminar.

—¿Qué clase de juego? —preguntó Mikasa aún de espaldas.

—Para que no sientas que pierdes tu dignidad, hagamos un juego. Si tú ganas te doy el boleto, pero si pierdes no te lo doy. Así de fácil —dijo Eren, haciendo que Mikasa volteara a verlo. El objetivo de Eren es que Mikasa ganara.

—¿Y cuál será el juego? —preguntó Mikasa.

—Consiste en adivinar sabores, pero los sabores no serán muy comunes —dijo Eren mientras se paraba.

—¿Y dónde lo jugaremos? —preguntó Mikasa.

—Donde te sientas cómoda —dijo Eren con una sonrisa acercándose a ella.

—En mi casa —dijo Mikasa mientras se alejaba.

—¿Y tu hermano? —preguntó Eren—. Yo no le agrado mucho.

𝑪𝒉𝒆𝒓𝒓𝒚 𝑭𝒍𝒂𝒗𝒐𝒓𝒆𝒅 𝑲𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 | 𝑬𝒓𝒆𝒎𝒊𝒌𝒂 𝑨𝑼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora