27.

1.1K 97 89
                                    

Capítulo 27

Comunicación

Mikasa correspondió el beso en seguida y Eren la levantó para besarla en el aire haciendo que Mikasa soltara una pequeña risita.

—Realmente me vuelves loco, Mikasa —dejó un beso corto en sus labios—. Amo tu aroma, tus manos, tu piel, simplemente te amo a ti —la bajó para que ella pudiera apoyarse del suelo.

—¿Qué somos, Eren? —preguntó Mikasa mientras ponía mechones del cabello de Eren detrás de su oreja.

—Todo lo que tú quieras. Lo que desees, estaré dispuesto a todo mientras sea a tu lado —la abrazó y enterró su cara en el cuello de Mikasa.

—Quiero estar contigo, pero creo que necesitamos aclarar todo. Si tienes preguntas las responderé cuando regresemos a Paradise o si quieres cuando regresemos al instituto dr Marley donde estemos más cómodos —acarició el cabello de Eren.

—Gracias, no puedo esperar —besó su cuello—. También te contaré todo lo que necesites, incluso lo de Ymir. Creo que es necesario que te lo diga para que evites creer en rumores —se soltó un poco de ella para verla a los ojos. Apenas notó que su cabello estaba mojado y portaba la bonita corona de flores en su cabeza.

—Está bien —asintió.

Eren rápidamente la jaló para poder meterse de nuevo al restaurante. Obviamente estaban empapados y Rico al verlos frunció el ceño.

—Vayan al autobús ahora mismo —habló con una voz que daba escalofríos.

Mikasa y Eren solo sintieron y comenzaron a caminar hacia el autobús donde se encontraba una muda de ropa para ambos.

Entraron y pudieron ver sus lugares con sus mochilas. Mikasa la abrió y sacó de ahí un pans gris junto con una blusa blanca con la cara de Aki de Chainsaw man.

Ambos se cambiaron y Eren habló

—Lo sabía, eres una otaka.

—Cierra la boca, Jaeger —lo miró de mala manera.

—Es mentira, preciosa —se acercó a ella y depositó un beso en su mejilla.

Eren llevaba un pantalón de chándal color negro junto con una sudadera de Death Note.

—Tú eres un otako —habló Mikasa al ver la sudsdera de Eren.

—Esta es de Armin. Se la robé porque si me gustó el anime, pero no soy otaku.

—Ajá, no te creo nada —estaba buscando una sudadera en su mochila, pero no llevaba ninguna.

—¿Por qué no te pones un suéter? —cuestionó Eren al ver a Mikasa sentada mientras cruzaba sus brazos.

—No traje uno.

Eren solo negó con su cabeza y sacó una sudadera negra con blanco y se la dio a Mikasa.

—Ten, o te enfermarás —se sentó junto a ella.

—¿Si sabes lo que pasa cuando le das tus sudaderas a las chicas? —preguntó Mikasa mientras la tomaba.

—Lo sé, pero no me molesta verte portándola día y noche —Mikasa se la puso—. Te daría todas mis sudaderas —tomó su mano para entrelazarlas y besar el dorso de su mano.

𝑪𝒉𝒆𝒓𝒓𝒚 𝑭𝒍𝒂𝒗𝒐𝒓𝒆𝒅 𝑲𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 | 𝑬𝒓𝒆𝒎𝒊𝒌𝒂 𝑨𝑼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora