𝑪𝒉𝒆𝒓𝒓𝒚 𝑭𝒍𝒂𝒗𝒐𝒓𝒆𝒅 𝑲𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 | 𝑬𝒓𝒆𝒎𝒊𝒌𝒂 𝑨𝑼

34.

Capítulo 34

Historia

Eren lo sabía, sabía que terminaría sintiéndose mal después de subir a
Juegos que daban vueltas.

—Creo que deberíamos descansar un poco —sugirió él mientras calmaba su respiración agitada.

Mikasa aceptó y se sentó junto a él. Tenía una sonrisa en sus labios. Le agradaba ver a Eren diferente a como solía comportase.

—¿Te sientes bien, Ren? —era el apodo que ella le había puesto.

—Sí, amor —tomó su mano y la besó con delicadeza.

Mikasa sonrió y reposó su cabeza en el hombro de Eren.

—Eres lo más precioso que he visto —habló él mientras veía a Mikasa balancear sus pies.

Él jugaba con sus dedos mientras ella solo miraba al frente y cerraba sus ojos. Esos eran los momentos donde se sentía plena, donde se daba cuenta que realmente le gustaban las pequeñas cosas que la rodeaban.

—¿Crees que algún día pueda arreglar mis problemas con Ymir? —cuestionó Eren de la nada. Esa pregunta tomó a Mikasa desprevenida.

—No podría decirte con exactitud, pero puedes inrentarlo —respondió ella. Notaba a Eren un poco pensativo.

—¿Quieres algodón de azúcar? —preguntó él cambiando de tema.

—Me encantaría —le brindó una sonrisa.

Eren de paró y tomó de la mano a Mikasa para dirigirse a aquel puesto.

—Me da dos algodones de azúcar, por favor —pidió Eren.

—Claro —respondió el vendedor con su tono de voz cantarina.

El Eren de 1 año atrás jamás se imaginaría en esta situación, pero estaba feliz de no ser aquel Eren. Le alegraba estar al lado de Mikasa.

Ambos tomaron sus algodones de azúcar.

Eren pagó y comenzaron a comerlo. Mikasa y él se tomaron varias fotos. Tomando un batido, abrazados, etc.

Ambos se sentían increíble, sus corazones latían en la misma sincronía.
Pero una llamada interrumpió a Mikasa.

Ella no dudó en contestar, pero en cuanto escuchó la voz de Historia alterada, sabía que algo malo estaba pasando.

Historia no podía dejar de llorar. Apenas y podía pronunciar las palabras por teléfono para explicarle brevemente las cosas a Mikasa.

—His, necesito que te tranquilices —pedía Mikasa. Se notaba preocupada.

—Y-Yo no p-puedo —su llanto solo aumentó y eso preocupó a la pareja.

—¿Dónde estás? —se escuchó la voz de Eren preguntándole a Historia.

—E-En el p-parque trost —respondió ella.  Se notaba las pausas al hablar.

—Tranquila, His. Ya vamos para allá.

—Mikasa, todo es mi culpa —lo dijo entre llanto.

—Espera a que lleguemos. No te muevas de ahí —pidió la azabache.
Eren solo conducía, trataba de tomar atajos para llegar más rápido.

—N-No.

Mikasa no colgó la llamada, pero tampoco habló. Solo escuchaba a Historia sollozar y sorber su nariz.

Cuando finalmente llegaron, vieron a la rubia sentada en la banca del parque.

—Historia —habló Mikasa llamando su atención.