𝑪𝒉𝒆𝒓𝒓𝒚 𝑭𝒍𝒂𝒗𝒐𝒓𝒆𝒅 𝑲𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 | 𝑬𝒓𝒆𝒎𝒊𝒌𝒂 𝑨𝑼

37.

Capítulo 37

¿Qué se siente que me gustes tanto?

La relación de Eren y Mikasa iba a la perfección. Sus salidas y convivencias eran perfectas. La Mikasa del pasado jamás imaginaría lo que estaría viviendo con Eren.

Eren ha ido a cenas con la familia de Mikasa y fue muy bien recibido. Incluso Levi se sorprendió al enterarse que Eren sabía jugar ajedrez.

Llevaban 4 meses de relación y no podían estar más felices.

Ahora mismo, Mikasa se encontraba en casa de Eren acostados en el piso de su recámara mientras miraban el techo y escuchaban "Daniel, me estás matando".

Esa fue una cosa que descubrió Mikasa de Eren. Uno de sus grupos favoritos era 'Daniel, me estás matando'.

Él tenía sus ojos cerrados mientras tomaba la mano de la azabache y cantaba las canciones.

—Y si te doy mi vida y no es de tu medida, amor. Verás que el mejor sastre, es hacer un desastre con mi corazón ¿Qué se siente que me gustes tanto, amor? —cantaba él mientras apretaba la mano de la azabache.

Ella se acercó a él y reposó su cabeza en el pecho de Eren. También cerró sus ojos y solo podía escuchar los latidos de su amado. Él comenzó a acariciar el cabello de ella.

—Que debo de aceptar que tengo miedo de tu encanto. ¿Qué se siente que me gustes tanto, amor? Que si un día tú te vas con alguien más, yo voy también —besó la cabellera de ella.

—Te amo, Eren —besó el cuello de él con cariño.

—Te amo, Miki —besó su frente.

También falta mencionar que Eren e Ymir volvieron a ser amigos. A pesar de todos los problemas, parecían las mismas personas del pasado.

Ymir le contó muchas cosas acerca de todo lo que había pasado y de que le gustaría que Historia fuera a vivir con ella. Él claro que aceptó, pero Carla aún extraña a Historia.

Una sensación en el pecho de Eren estaba. Preocupación. Era ese sentimiento de que las cosas podrían complicarse o que algo saldría mal.

—¿Pasa algo? —preguntó Mikasa al ver a Eren pensativo.

Él soltó un suspiro. Sabía que debía ser sincero con ella.

—He estado preocupado por cosas que no tengo claras. Ya sabes, presentimientos —ella asintió.

—Todo estará bien, Ren.

Él sonrió y asintió, pero el sentimiento no se iba del todo.

Pieck se encontraba en su casa mientras estaba en llamada con Porco. Este no paraba de hablar cosas sin sentido y Pieck comenzaba a cansarse d ela situación.