47.

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Capítulo final

Besos sabor cereza.

Finalmente estaban en casa. Bueno, en casa de Eren. Ambos querían despejar un poco su mente y Mikasa tenía muchas ganas de ver a Carla pues le tenía un gran aprecio.

—Buenas tardes, señora Carla —saludó Mikasa con una bonita sonrisa a Carla.

—Oh, Dios mio —Carla enseguida comenzó a caminar hacia ella—. ¿Te encuentras bien? Eren me contó todo, lamento que todos esas personas fueran tan malas contigo, la debiste de haber osado tan mal.

—No se preocupe —Mikasa tomó sus manos—. Me encuentro mucho mejor y con muchas ganas de verla y abrazarla.

Carla solo mostró una sonrisa y sintió su labio temblar.

Mikasa abrazó a Carla y Eren solo las veía con esa sonrisa.
Mikasa lo miró y le extendió la mano para que él se acercara también a abrazarlos. Segundos después Zeke apareció y también quiso ser integrado.

—Sí Eren no se casa contigo me aseguraré de botarlo de la casa —bromeó Carla y ellos no pudieron evitar reir.

—Te aseguro que me casaré con ella, mamá —respondió Eren besando la cabeza de Mikasa.

Se separaron del abrazo y Carla limpió sus lágrimas, estaba feliz de ver que su hijo estaba con una buena persona.

—Subiremos a mi habitación —Eren la romó de la mano y comenzaron a subir.

—Ere-

—Lo sé, mamá, nada de sexo en la casa —interrumpió a su madre mientras reía–. Hoy Mimi se queda a dormir.

—Okey —respondió su madre.

Mikasa y Eren caminaron hacia la habitación de este y en cuanto entraron no dijeron nada. Solo conectaron sus miradas.

Ella caminó hacia aquella pared pizarra y notó que sus dibujos seguían ahí, sin un cambio alguno. Sonrió.

Sentía que las cosas finalmente estaban saliendo como debían. Las personas malas eran castigadas y ella por fin podía tomar una bocanada de aire para llenar esos pulmones.

—¿En qué piensas? —preguntó Eren llegando a abrazarla por detrás.

—En todo y nada.

—¿Y eso cómo es? —dejó un beso en su nuca.

—Pienso en muchas cosas, pero no logro concretar ninguna. Es eso.

—Me alegro estar aquí contigo. Te amo mucho, Miki —ella se volteó quedando justo frente a él.

—Yo también te amo, Eren —besó su mejilla con cariño.

—¿Le dijiste a Levi que te quedarías conmigo? —preguntó Eren mientras sacaba una pijama de su armario.

—Sí.

—¿Y qué te dijo?

Mikasa se rió un poco para después decir:

—Me dijo: "No quiero que llegues embarazada Mikasa porque yo no voy a cuidar niños" —ambos se rieron.

—Estoy seguro que Levi sería un tío consentidor. Ese que malcriado a sus sobrinos y los manda a estudiar al extranjero —le entregó una camiseta y un sorteo a Mikasa para que se lo pusiera.

—Sería un buen padre, pero le faltaría comenzar a mostrar más afecto hacia las personas —habló Mikasa.

—¿Crees que yo sería un buen padre? —preguntó él—. Ya sabes, tengo miedo de repetir patrones.

𝑪𝒉𝒆𝒓𝒓𝒚 𝑭𝒍𝒂𝒗𝒐𝒓𝒆𝒅 𝑲𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 | 𝑬𝒓𝒆𝒎𝒊𝒌𝒂 𝑨𝑼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora