13.

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Capítulo 13

Estudiando en casa

Eren solo miraba fijamente a los ojos de Mikasa.

—¿Quieres que lo haga? —preguntó el castaño con una sonrisa.

—Podría hacerlo yo misma si quisiera, pero adivina qué, no soy una más de tu lista, Jaeger.

—¿Entonces yo seré de la tuya?

—Ya te lo dije, tú serás el que caerás antes que yo. Voy a ser la chica por la que morirías.

—¿Y me romperás el corazón? —fingió tristeza.

—Sí, así que mantenme cerca y bésame fuerte —fingió inocencia con burla. Estaba jugando con el Jaeger —. Haré estallar tu pequeño corazón se chicle, Imbécil.

Eren iba a decir otra cosa, pero Armin y Sasha llegaron otra vez al comedor con más botana que probablemente Sasha dijo que llevaran.

—Ya dejen de pelear —dijo Sasha mientras metía un cheeto a su boca.

—No estamos peleando —respondieron los dos al unísono.

—Claaaro —dijo Armin no muy seguro.

Dejaron aquella pequeña discusión de lado para seguir estudiando. El ambiente se sentía un poco incómodo por lo tanto, Sasha y Armin se encargaban de aligerar un poco el ambiente con sus pláticas.

Mikasa hablaba de vez en cuando con Sasha y Armin y muy pocas veces le dirigía la palabra a Eren.

—¿Saben si Reiner anda con alguien? —preguntó Sasha.

—¿El orangután?  —preguntó el castaño.

Mikasa no pudo evitar reírse de aquel comentario, pero rápidamente lo ocultó al ver que Eren la miraba con una sonrisa divertida.

—Respondiendo a tu pregunta, Sasha. Reiner no tiene novia. Sigue obsesionado con Historia desde la preparatoria, ¿por qué? —preguntó.

—Porque una amiga de la universidad gusta de Reiner y me preguntó que si tenía novia —mencionó Sasha.

—Ah, sí, no tiene novia. Pero tampoco le recomiendo a tu amiga salir con Reiner —dijo con una risita mientras escribía en su computadora los apuntes importantes que había subrayado del libro.

—¡Oye! —se quejó Mikasa—. No debiste rayar ese libro, es de mi hermano. Me matará.

—Te compraré uno nuevo —dijo Eren mientras seguía tecleando en su laptop sin darle importancia.

—Más te vale que lo compres en esta semana o al que va a matar va a ser a ti —amenazó Mikasa.

—La verdad me haría un favor —bromeó.

—¿Ah sí? ¿Por qué?

—Porque así no tendría que escuchar tus reclamos todos los días —volteó a verla y ella solo arrugó la nariz en señal de desaprobación.

—Am... Bueno, tomemos un descanso. Ya son las 7 y me duele el trasero de estar tanto tiempo sentada.

—Tal vez Sasha tiene razón —Armin estuvo de acuerdo.

Todos estuvieron de acuerdo y cerraron sus libros para poder despejar un poco su mente de toda la información que estaban recibiendo. Estiraron sus brazos para poder relajar sus músculos de tanto tiempo que estuvieron sentados en aquella silla.

𝑪𝒉𝒆𝒓𝒓𝒚 𝑭𝒍𝒂𝒗𝒐𝒓𝒆𝒅 𝑲𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 | 𝑬𝒓𝒆𝒎𝒊𝒌𝒂 𝑨𝑼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora