Capítulo 24

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Nuevo capítulo. Mil disculpas por la tardanza y por los errores.

Feliz lectura.

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Emma odiaba las asambleas escolares, todos los maestros lo hacían. Cerca de mil niños llenaron el gimnasio, alineados como sardinas mientras cada tutor intentaba desesperadamente mantener el orden entre los treinta alumnos a su cargo. La rubia estaba particularmente temiendo porque sabía que en unos pocos minutos varios de sus niños de año 11 estarían entrando en pánico por lo que iba a anunciarse.

Hubo un gemido colectivo cuando el director Gold informó a los estudiantes sobre la revisión de casilleros. Emma no creía que Peter o ninguno de sus amigos fueran tan estúpidos como para llevar drogas a la escuela, pero el director parecía pensar que era un buen lugar para comenzar. Se instruyó a los tutores para que llevaran a sus alumnos de regreso a su salón de clases y esperaran las búsquedas bloque por bloque. El grupo de Emma estaba extrañamente callado cuando se acomodaron en sus asientos y se preguntó si los adolescentes sabían exactamente que estaba buscando el Sr. Gold y dónde recaía la sospecha.

No se encontró nada, como predijo Emma. Pero Peter estaba claramente desconcertado, él y Félix se acurrucaron juntos en la parte trasera del aula mucho después de que se completó la búsqueda y su grupo de tutores recibió el visto bueno.

Tan pronto como sonó el timbre para indicar que las lecciones se reanudarían con normalidad, hubo una carrera hacia la puerta. Justo cuando la última cola de caballo estaba desapareciendo, apareció Regina con aspecto tenso.

—¿Qué ocurre? – preguntó Emma de inmediato.

—Encontraron algo de hierba en uno de los casilleros de uno de mis estudiantes – dijo Regina mientras comenzaba a caminar de un lado a otro del salón de clases.

—¿Quién?

—Jakob Davis.

—¿El niño pelirrojo al que se le ocurren las mentiras más ridículas sobre por qué no ha hecho su tarea? – Regina asintió – ¿Qué dijo él?

—No lo sé – respondió – El Sr. Gold lo acompañó a su oficina tan pronto como se descubrió. Se supone que debo bajar para hablar con el después del descanso.

—Bueno, Henry mencionó que Jakob estaba allí la noche que fueron al paseo marítimo – dijo Emma – Pero él simplemente no parece de ese tipo, ¿verdad?

Jakob Davis era pequeño para su edad, con pecas cubriendo cada centímetro de su pálido rostro. Su mata de cabello naranja siempre fue rebelde y había sido objeto de burlas sin piedad cuando llegó por primera vez a la escuela secundaria. Ahora que estaba en el año 10, la intimidación se había detenido, pero no era un niño extrovertido ni popular, y prefería concentrarse en sus estudios a pesar de que sus calificaciones académicas nunca fueron particularmente altas. Tenía algunos amigos, igualmente mundanos, y siempre se los veía juntos pasando el rato en el campo de fútbol. Sin embargo, Emma no sabía que eran particularmente amigables con los alumnos de año 11 involucrados. La noche del cine era la primera vez que Henry mencionaba su nombre, de hecho.

—¿Están Peter y Félix a salvo? – Regina preguntó.

—Sí – Emma asintió – Pero esperaba eso porque ninguno de ellos es lo suficientemente estúpido como para traer drogas a la escuela, especialmente después de la debacle del DVD porno. Dicho eso, hubiera esperado que incluso Jakob tuviera más cerebro para hacer lo que ha hecho.

—¿Quién más en tu clase...?

Regina se detuvo a mitad de la oración cuando Killian Jones, el tutor de Henry, irrumpió en la habitación.

Troubled TeachersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora