Cuando abrió los ojos por la mañana, Camila se encontró a Lauren aún durmiendo sobre ella. Le costó un poco ubicar la situación pero entonces recordó el incidente de la madrugada y las estrechó en sus brazos de forma inconsciente. "Mierda" pensó. Se le había pasado por completo poner una alarma y al mirar el reloj de pared se dio cuenta de que eran más de las diez. Llevó la mano libre con cuidado a la mesita de noche, donde descansaba su móvil y le escribió un mensaje a Dinah, diciéndole que se le habia hecho tarde, que iría a la cafetería después de comer y que la cubriese en caso de que apareciese el jefe, lo cual era poco probable.
Aunque intentó ser silenciosa, el movimiento de Camila consiguió despertar a Lauren. Sus ojos verdes entreabriéndose brillaban aún más a esa hora del día.-Buenos días, chica dura... -susurró la latina.
Lauren se acurrucó unos segundos más en Camila, pero cuando se dio cuenta de dónde estaba se separó, volviendo a dejar un pequeño espacio entre ellas.
-Siento lo de anoche, debi avisarte de que a veces mis sueños no son muy… tranquilos.
-No tienes que disculparte, no pasa nada.
Aunque una parte de ella se moría por saber que atormentaba a Lauren, sabía que no podía presionarla para que se lo contase. Era una decisión que tenía que salir de ella misma.
-¿Y tu trabajo? -preguntó Lauren algo más espabilada al darse cuenta de la hora.
-Me he escapado. -sonrió ligeramente la latina- Dinah, mi compañera de trabajo, me ha cubierto.
Esto provocó cierta felicidad en Lauren; la camarera de los lacitos que parecía no haber roto un plato estaba saltandose sus obligaciones para pasar la mañana con ella.
-Genial. ¿Hay algo que te apetezca hacer esta mañana? -preguntó Lauren.
Camila se quedó pensativa unos minutos, buscando algo que hacer, pero suponía que a Lauren no tardaría en ocurrírsele una idea, y para variar, no se equivocó.
-Tú ya conoces mi faceta oculta, lacitos. -dijo Lauren señalando con la cabeza los cuadros que colgaban de su pared- ¿Soy ya digna de que me muestres la tuya? -preguntó recuperando su habitual tono burlesco.
La camarera dudó un segundo, pero entonces vio esa vieja guitarra negra apoyada en la pared y se levantó de la cama para cogerla. Se sentó de nuevo, con las piernas cruzadas frente a Lauren y la guitarra sobre estas. Carraspeó para aclararse la garganta y afinó las cuerdas de oído. Sin pensarlo, comenzó a tocar los primeros acordes de "Kiss me" de Ed Sheeran, y acto seguido su voz se unió a estos. Lauren la miraba mientras cantaba, absolutamente fascinada; su voz parecía de otro planeta y sus dedos se movían con soltura por las cuerdas. Camila, que mantenía la vista fija en sus propios dedos para no equivocarse, levantaba la mirada durante algunos segundos para cruzarse con los verdes ojos de Lauren, que no se apartaban de ella.
Boquiabierta, la chica de ojos verdes no podía creerse lo que estaba presenciando. Tenía talento, talento de verdad y transmitía una fuerza infinita a pesar medir poco más de metro y medio.
Cuando terminó de cantar, no esperó una respuesta de Lauren, si no que se dio la vuelta un momento para soltar la guitarra en el suelo. Al girarse de nuevo, se dio de bruces con Lauren, que se había acercado peligrosamente y ambas estaban a pocos centímetros de la otra.
Los ojos de Lauren se clavaron en los de Camila, y luego bajó la vista descaradamente hasta sus labios. Camila también la miraba, y no tardó en imitar su movimiento y dirigir la vista hacia los carnosos labios de Lauren. Sabía que podría equivocarse, pero siempre le había gustado arriesgarse y esta vez no sería una excepción. Lauren lleva sin miedo su mano a la nuca de Camila para acercarla a ella y a pesar de lo que pudiese pasar, la besa. El primer impulso de Camila fue abrir los ojos como platos al no entender nada, pero se rinde, los cierra y se deja besar por Lauren. Sus labios se habían unido a la perfección, como si estuviesen predestinados para ello pero de repente, algo en Camila se activa y lleva las manos a los hombros de Lauren, empujándola fuertemente hacia atrás.-¡¿Pero qué haces?! -brama la camarera.
Lauren deja escapar una de esas sonrisas irónicas tan típicas suyas, negando con la cabeza.
-Llevabas tres minutos suplicándome que te besara -dice, haciendo referencia a la canción "Kiss me"- ¿Cómo iba a negarme?
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En el corazón de Manhattan (Camren)
FanfictionCamila Cabello quiere vivir el sueño americano a toda costa. Trabaja en una cafetería situada en pleno centro de la Gran Manzana, tiene un novio de revista y un enorme talento. Lauren Jauregui, la chica de los ojos verdes, por el contrario, se refug...