En el trayecto para llegar a la corporación no había articulación de alguna mísera palabra, mucho menos de miradas.
Al llegar caminaron un poco a la puerta de la corporación.
-¡Ya llegamos!- exclamó el saiyan con la intensión de que la peliazul lo escuchara...de alguna forma.
Rápidamente la puerta fue abierta con basta desesperación. Bulma estaba que suspiraba del cansancio, ella había corrido con todas sus fuerzas para abrir esa puerta.
Ambas fusiones no se lo esperaban, aunque uno de ellos lo demostraba más con la notoria expresión en su rostro.
-Por fin... Por fin...carajo... Por fin llegaron chicos- se recargó al marco de la puerta tratando de recuperar el aliento-pasen-.
-¿Por qué abriste tú si tienes sirvient....-.
-Pasen por favor- interrumpió la peli-azul.
Zamasu fue el primero en pasar sin decir algo, siguió su rumbo, quería estar distante de aquellos.
Vegetto entró después- ¿Vas a nuestra habitación? - dirigiéndose a la otra fusión.
Y no obtuvo respuesta.
Bulma se abalanzó en uno de los sillones de la sala para descansar, además le pareció algo extraño esta situación - ¿Pasó algo entre ustedes?-.
-No nada- mentira -nada fuera de lo común, sabes como es-.
-¿Aún sigues convencido de lo que quieres hacer?-.
-Si, ayúdame si es que quieres, de todas formas no estás obligada-.
-Eso es lo que intento pero Zamas es demasiado arisco-.
-Pero ya tienes experiencia en eso ¿No?-.
-Tampoco es que se me halla sido fácil, fue un dolor de cabeza-.
-Pero... terminó bien...- la fusión quería ese mismo resultado, quería llevarse bien con el peliblanco.
-Con paciencia Vegetto, habías dicho que sabías lo que hacías así que no te puedes arrepentir-.
-Descuida, no lo haré-.
-Eso espero, ya tuvimos suficientes problemas en estos días además de este- después de dar un pequeño suspiro prosiguió -oye ve y síguelo, no se valla a escapar de nuevo o yo que sé-refiriéndose a la otra fusión.
-No creo que lo haga de nuevo...- respondió con un ligero tono bajo, eso llamó la atención de la contraria.
-¡¿Quieres decir que si pasó algo entre ustedes?! ¡Dímelo de una vez mentiroso!- rápidamente se puso de pie para tratar de encarar al saiyan.
"Hay no" pensó el contrario, retrocedió un poco -Oye ¿Sabes qué? Tienes razón, mejor lo sigo- comenzó a caminar rápidamente, no quería los interrogatorios de su amiga.
Se dirigió rápidamente donde se ubicaba el ki de Zamas, dejando a la humana bastante enojada con la palabra en la boca, aún podía escuchar sus gritos, tales como "¡Ven y dímelo!". El ki lo guiaba al ¿jardín? ¿Qué hacía ahí? Cuando llegó solo observó a la fusión sentado, de espaldas desde la perspectiva del saiyan, en uno de los bancos de aquel lugar tan espacioso.
Lo mismo de siempre, intentó comenzar la conversación pero solamente era ignorado, como si él no estuviera allí, eso lo incomodaba, trató de acercarse a la fusión.
-¡No te acerques!- eso lo detuvo.
-No quiero que te vallas de nuevo-.
-Oh ¿enserio? Gracias por preocuparte- dijo en son de sarcasmo -es obvio que no lo haré imbécil, déjame sólo-.
El peliazul no quería otra discusión como la anterior vez, con mucha pena se alejó y se dirigió a su habitación. Al llegar se tiró a su cama boca abajo.
"¿Paciencia eh?.... Apenas pasarán dos días"
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Hasta la próxima....a quien esta leyendo esta cosa.
🤞
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¡CONFÍA EN MÍ! [Vegetto X Zamasu]
FanfictionUn ser tan terco incluso puede ceder y cambiar pero "¿Qué tan difícil puede ser?" fue lo que pensó Vegetto. -Solo tal vez... puede que sea diferente-.