La noche transcurrió a sus horas con calma y serenidad, algo que todos o tal vez a la mayoría quisiera que fuese eterna para el disfrute del descanso.
Vegetto estaba cómodo en su cama, con sus típicos ronquidos disfrutando de lo que sea que esté soñando.
Zamasu se volvió inmune a los ruidos desagradables que venía de su compañero, normalmente no tiene sueños o simplemente se le olvida con rapidez al despertarse.
Un poco antes de que el sol salga de su escondite y emitiera sus rayos de luz, Zamas se despertó pero no por hábito o por alguna suerte, este soñó algo que lo perturbó, molestó y enseguida le entristeció. Rápidamente dirigió su mirada al contrario para corroborar si sigue dormido, al ver que es así, silenciosamente se puso de pie, se alistó para después salir de la habitación.
Alrededor de una hora después, Vegetto por fin despertó, se dio un estirón junto con un bostezo como señal de que tuvo un buen y reconfortante sueño.
Con un buen semblante se puso de pie dirigiéndose a la cama de su compañero.
-Esta ves fui el primero en despert...- no pudo terminar su oración al ver que cierta persona no estaba en su cama -¿Zamas?- le dio un rápido viztaso alrededor. Pensó que a lo mejor se levantó antes que él como siempre y ahora estaba duchandose o algo en el baño.
Llamó a la puerta llamándolo varias veces para ver si había alguna respuesta, sabe que esa acción lo fastidia, le responde con un insulto al final pero esta vez nada. Entró al baño para verificar su sospecha, no había nadie.
Salió de la habitación ya con algo de preocupación.
-¿Qué te pasa Vegetto?- preguntó Bulma, si el semblante del mencionado era bueno al inicio, ahora era como si algo muy importante se le haya perdido.
-Bulma ¿Has visto a Zamas?- respondió con otra pregunta.
-No pero Trunks me dijo que lo vió en el balcón un buen rato, se veía raro-.
Al escuchar tal cosa, rápidamente se dirigió al lugar. Abrió la puerta corrediza y lo encontró, solitario mirando hacia la nada sumergido en sus pensamientos.
-¡Aquí estás! Por un momento pensé que te fuiste a otro lugar- con alivio se le acercó.
-Ni que fuese idiota-.
-No claro que no- respondió al instante con una risita -¿Por qué estás aquí?-.
-¿Acaso no puedo?-.
El saiyan se sentó a su lado observándolo.
-Me dijeron que te veías raro-.
-Qué van a saber, estoy bien-.
-Oh ¿En serio?- recibió una afirmación -para ser sincero yo también te noto extraño-.
Vegetto le prestó mucha de su atención todos estos meses, sabía que algo le pasaba pero lo que no sabía era si a estas alturas Zamas lo consideraba alguien de confianza para contarle lo que le aflige.
-Ya te dije que no me pasa nada, deja de fastidiar-.
-Puedo decirte que te conozco, es obvio que algo sucede-.
-Si me pasa algo o no, no es de tu incumbencia-.
-Para mi si, estuviste conmigo todos estos meses, compartimos experiencias y se que lo disfrutaste aunque sea un poco, no te creeré si me lo niegas-.
Zamas conocía esa actitud, esa actitud qué tanto detesta pero solo tal vez ahora agradece, el mismo sabe que necesita decirle a alguien pero ¿a él? ¿A Vegetto?
-Me importas Zamas, puedes decirme cualquier cosa-.
---------------------------------------------------------Si hubiera escrito esta cosa hace 4 años estaría lleno de caritas y pacmans :v >:v :'v >;v >:"v []V
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¡CONFÍA EN MÍ! [Vegetto X Zamasu]
FanfictionUn ser tan terco incluso puede ceder y cambiar pero "¿Qué tan difícil puede ser?" fue lo que pensó Vegetto. -Solo tal vez... puede que sea diferente-.