Conocerse llevará a Val y Agus a retroceder.
El destino es en ocasiones doloroso. Conocerse a uno mismo puede ser tedioso, conocer a tu destino... Fascinante y Amar es desgarradoramente hermoso. El lazo se fortalece y un traidor mueve las piezas del...
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La pregunta de Valerian me sacó de quicio. No le respondí, preferí huir. La seguridad de antes también escapó de mí.
«No te vayas, podemos ser sinceros» Lo escuché decir cuando estaba a unos pasos de él y fui tan cobarde que no voltee a verlo. Preferí pasar el día lejos de ellos, de sus risas y la complicidad prematura que había entre ellos.
Regresé cuando el cielo dejo ver las primeras estrellas, me encontré a Valerian solo. Sentado sobre una piedra, nuestras miradas se encontraron y él sonrió. Supe de inmediato que no estaba enojado conmigo y muy en fondo yo tampoco estaba enojado con él. Busqué a Elex con la mirada.
—¿Y el soldado? Hasta hace unas horas era prácticamente tu sombra. —dije cuando estuve cerca.
—Aún suenas molesto. No entiendo.
—No tengo energías para discutir Valerian —mascullé sin quitarle la mirada de encima.
—No es necesario discutir Agus ¿Cómo podría conocerte si no hablas conmigo? —Se puso de pie enseguida.
La pregunta que Valerian hizo de forma abrupta fue mucho más profunda para mí de lo que pude imaginar, entendí que lo estaba apartándolo de mi lado una vez más. Me detuve.
—¿Y el soldado? —pregunté una vez más.
—No lo sé. Dijo que tenía algo que hacer y se fue hace tiempo.
—¿Buscaste a Kala? ¿Por qué no me buscaste? Se fue hace mucho y pasaste el día solo ¿estás bien?
—Agus... Agus ¡Agus! —interrumpió mi interrogatorio mientras movía las manos delante de su pecho y negaba con la cabeza. —Estoy bien —continuó alegre.
—¿Lo estás? Fui grosero más temprano.
La sensación familiar de estar mejor cuando convivíamos únicamente los dos comenzó a invadirme.
—Si, no te preocupes. Siempre podemos hablar de ello.
La manera simplista de Valerian me llevaba a la calma inmediatamente.
—Lo siento. No sé lidiar con personas que no conozco, quizás fui hostil con el soldado, pero no pude evitarlo.
—Entonces ¿Si fue por él? —Sonrió desvergonzado cuando lo preguntó.
—Si —respondí enseguida. La verdad ya no podía ser oculta y Valerian la tenía al alcance de una sonrisa. —Es extraño para mí, no es como estar contigo o el hada —finalicé.
—Lo entiendo, pero ¿Podrías ser más gentil con él? —Buscó mi mirada.
—Define gentil —aparté mi vista de él.
—Gentil... Bueno estoy seguro de que llamarlo por su nombre no matará ¿o sí?
