Hice un enorme esfuerzo por no besarlo. Su aroma, su mirada y sus labios me invitaban a sumirme en el ansiado primer beso con Valerian, pero las palabras de Nui resonaban en mi cabeza.
El brujo había mencionado algo de mis tiempos y la diferencia con los de Valerian, por lo tanto, tenía que ser paciente con él.
Mi cuerpo se estremeció cuando me alejé de Valerian y me encerré en el cuarto de mamá. Sentía mi sangre, recorrer mis venas y acalorarme en poco tiempo. Me llevó demasiado tiempo encargarme de la erección.
Cuando salí, Valerian había llamado a Kala y estaban jugando bajo la lluvia repentina que los atrapó comiendo frutas en el patio.
Valerian era el dueño de los sentimientos más profundos dentro de mi corazón y yo estaba en vía de reconocerlo, no era sencillo.
Los pies descalzos de Valerian chapoteaban en los charcos y Kala sacaba la lengua para atrapar las gotas de lluvia.
Estábamos esperando el celo de Valerian ¿Qué debíamos hacer? Quizás con abrazos o simples roces serían suficiente para que no perdiera la conciencia. Los días pasaron y la luna anunció la cercanía del celo.
Silas apareció un día de la nada.
—¡Si se están abrazando, apártense que voy a entrar! — anunció y entró cabizbajo intentando evitar ver una escena inexistente porque en el comedor solo estaba yo con la taza de café que Valerian preparaba para mí todas las mañanas.
—No te esperábamos, Valerian se está bañando.
—No necesito invitación perra, mi cariño dijo que podía venir a cenar con ustedes.
—Falta mucho para la cena.
—Detalles perro. Más importante, vine a invitarlos a nuestra ceremonia en honor al Espíritu del Bosque y nuestros ancestros. Nos reunimos en el centro del bosque y compartimos un gran banquete luego de los principales honores hechos por Su Majestad y el Príncipe.
—Le preguntaré a Valerian en cuanto salga.
—¿Alguna novedad?
—Deja que él te lo cuente.
—No me gusta repetir las cosas, pero si le haces daño te desmembraré y esparciré tu cuerpo por todo Nesgigthai— Su sonrisa sádica me demostró que no era una simple amenaza.
—Le dije que me gusta, pero deja que él te lo cuente— sentí la necesidad de abrirme al hada, ya que era alguien confiable después de todo.
—Te mueves rápido perro. Supongo que me lo contará cuando esté listo.
—Pensé que confiaba en ti.
—Lo hace. Claro que confía en mí es solo que a él le gusta disfrutar de sus sentimientos en privacidad por un tiempo.
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Serendipia | Conociéndonos
FantasyConocerse llevará a Val y Agus a retroceder. El destino es en ocasiones doloroso. Conocerse a uno mismo puede ser tedioso, conocer a tu destino... Fascinante y Amar es desgarradoramente hermoso. El lazo se fortalece y un traidor mueve las piezas del...