Capítulo 15 | Es tu turno de aprender a conjurar.

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Aster me acompañó a casa y me invitó a aprender de medicina herbal. Llegamos cuando ya era de noche.

—Con razón sabía que estabas bien, la mocosa está contigo.

—¡Tini! — Aster corrió a abrazarlo. La diferencia en el tacto de Agus era notable. Él aún no sabía cómo sostener a su hermana y solo le acariciaba la cabeza con golpecitos torpes. Ella, en cambio, lo abrazaba como si fuera una niña.

—¿Dónde estuvieron? — preguntó sin quitarle los ojos de encima a Aster.

—Encontré a Val en la playa, estaba con su dragona. Mírala es preciosa y defiende a Val como si todos quisiéramos matarlo— le contó mientras se apartaba de él.

—Lo sé, lo ha hecho siempre que me ve. ¿No te hizo daño?

—¿Dañarme? No ella se calmó cuando Val se lo pidió; luego la entretuve con la arena y luego Val la hizo pequeñita y mira, vino conmigo todo el camino.

Aster llevaba a Kala en su cuello. Entró a la casa y descansó en su cuarto hasta que comenzamos a preparar la cena.

—¿Todo en orden? Veo que te reconciliaste con Kala— dijo cuando estuvimos a solas.

—Sí. Aster es muy divertida.

—Es muy rara, eso no puedo negarlo.

—Es una niña dulce y se preocupa por ti. Deberías ser menos frío con ella.

—Dame tiempo, es diferente. Digo el vínculo es diferente.

—El suyo es atemporal.

—El nuestro también. No piensas renunciar ahora o ¿sí?

—No Por supuesto que no. Solo quiero qué avances— le di un beso en la mejilla— llegamos a casa ¿Prepararás la cena?

Demoro un momento en reaccionar.

—¿Qué quieres cenar?

—No sé pregúntale a Aster— respondí.

—¡Yo quiero carne! — gritó desde su cuarto.

—¡No hay carne!

—Revisa las trampas fuera de la casa, seguro hay algo. No seas flojo.

Agus obedeció la orden de su hermana y volvió con un pequeño ciervo que destazó y preparó con especias y algunos acompañamientos. Yo le ayudé en lo que pude mientras Aster nos observa. La cena se fue sin que nos diéramos cuenta, sentía ese lugar tan mío que no me había detenido a sentirme un mero espectador como antes.

—Casi lo olvido, el brujo dijo que vendría por ti en la mañana

—¿Qué hay de ti?

—Estaré con el hada. Hay cosas que quiero aprender.

Serendipia | ConociéndonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora