Conocerse llevará a Val y Agus a retroceder.
El destino es en ocasiones doloroso. Conocerse a uno mismo puede ser tedioso, conocer a tu destino... Fascinante y Amar es desgarradoramente hermoso. El lazo se fortalece y un traidor mueve las piezas del...
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Luego de asegurarnos de que no olvidábamos nada en la habitación, salimos de camino a Nesgigthai. En realidad, fue Kala quien nos llevó hasta allí. El vuelo fue tranquilo, Valerian como siempre, comandaba el vuelo de la dragona.
Cuando pisamos tierra de hadas, el primero en recibirnos fue el soldado.
—Los esperé toda la noche— reprochó con tono acusatorio. No estaba de humor para sus estupideces.
—Hubiésemos llegado a tiempo si cierto animal no se hubiera comido nuestra cena— respondí para cortar de raíz cualquier pensamiento estúpido de su parte.
Valerian por su parte, solo lo saludó con la mano y preguntó inmediatamente por el hada.
—Estará aquí en la noche. Solicitaron su presencia en el palacio.
Elex no apartaba sus ojos de Valerian así que pensé que si me iba no habría problemas para nadie, ya que el campamento era considerablemente pequeño a comparación del primero que le conocí al general Silas.
— ¿Y los demás soldados? — Valerian sonaba inquieto.
—Únicamente somos nosotros— respondió señalando a los cuatro que lo segundaban en la misión de escoltarnos.
—No tengo interés de quedarme aquí con ustedes a hacer nada— anuncié.
—El general ordenó que todos esperemos aquí— el soldado se había posicionado delante de mí en unos segundos.
—El interés del hada es Valerian. Yo iré a ver a mi familia. Quítate.
Detrás de mí su voz sonó suplicante. Me volví a mirarlo
— ¿Sin mí? — Valerian aguardaba la respuesta a su pregunta.
—Esa es tu decisión— sonreí— aunque si vas conmigo hay algo que debo hablar con Nui a solas.
— ¿Puedo esperarte en tu casa? — interrogó acercándose.
—Puedes, claro que puedes— no pude evitar mirar al soldado que aún no se quitaba de mi camino.
—Creo que es mejor que nos quedemos todos juntos— intervino como último recurso, sin embargo, yo quería ganar cada discusión que tenía con él.
—Si Silas estará aquí en la noche; nosotros volveremos para entonces. ¿Estás de acuerdo Valerian?
Verlo asentir instantáneamente me dio la seguridad que necesitaba para apartar al soldado que estaba de pie frente a mí.
—Bien. Si es lo que decides te estaré esperando aquí Val.
