Conocerse llevará a Val y Agus a retroceder.
El destino es en ocasiones doloroso. Conocerse a uno mismo puede ser tedioso, conocer a tu destino... Fascinante y Amar es desgarradoramente hermoso. El lazo se fortalece y un traidor mueve las piezas del...
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La decisión de Aster de seguir a un brujo que apenas conocía pudo haberse interpretado como apresurado, pero la verdad era que Flech había despertado una gran admiración en ella y un profundo deseo por conocer mucho más. Habían pasado unos meses desde la última vez que la habíamos visto. El brujo, en cambio, nos visitaba con frecuencia y aunque según él la invitaba, a ella le gustaba pasar el mayor tiempo estudiando, siempre y cuando el hada no la enviara a otras tierras a conseguir información. Lo cual sucedía a menudo. Según supe, Aster había llegado hasta Equus siguiendo el rastro de seres expertos en camuflaje, cambia formas. Sabía más de Aster por Silas que por ella misma. Las novedades que llevaba y las pistas que seguía habían generado, de forma paulatina, confianza entre ellos. Aster solía consentir a Valerian, aunque estuviera lejos. Enviaba paquetes con los insumos para el cuidado de la piel y muchos perfumes e inciensos, el último lo encontré bajo el árbol donde Valerian y Kala solían dormían la siesta, con dos cartas. En una podía leerse "disfrútalo cuñado" y en la otra "léelo cuando estés solo imbécil". Obedecí.
Salí con la excusa de cazar algo para la cena. La inocencia de Valerian le permitió creerme incluso cuando faltaba mucho tiempo para la cena. Camine casi por instinto hacia dónde estaba el dragón verde, sabía que ni Valerian ni su lagarto me buscarían allí. Subí lo más que pude entre las ramas de un árbol y estuve recostado reuniendo el valor para abrir la carta de mi hermana. Sabía que mi paz se quebraría.
Estoy al tanto de todo. Déjame ayudarte, mi maestro me ha enseñado muchísimo. Silas me contó todo. Nos hicimos buenos amigos. Espero esto te molesté muchísimo. Le pregunté al maestro si era posible salvarlo... Pero su respuesta fue que nadie escapa del destino.
No podemos ver más allá de eso, lo siento. Lo hemos intentado innumerables veces. Hasta he tratado de inventar diferentes métodos y no pude. Lo lamento. Creo que ya te disté cuenta de porque te estoy escribiendo esto, no eres estúpido o al menos no tanto como para querer pelear solo. Estaré contigo pronto, quizás más pronto de lo que quisiera...
No había terminado de leer la carta cuando el rugido del dragón verde conmocionó el bosque.
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