Capítulo 3 | No, quizás, sí.

95 19 13
                                    

Valerian y Kala no ocultaban la alegría que les provocaba estar juntos de nuevo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Valerian y Kala no ocultaban la alegría que les provocaba estar juntos de nuevo. Noté enseguida que la dragona era mucho más amigable con el soldado que conmigo. No me importo demasiado.

Valerian propuso que Kala nos llevara, no acepté y Elex también se negó. Valerian, por el contrario, estaba vuelto loco por volar con su amiga.

—Nada impide que tú lo hagas —le di un ligero toque en el codo. —disfruta con ella. —seguí.

La idea y el hecho de regresar afectaron a Valerian más que a cualquiera y creí que pasar un tiempo a solas con su amiga le ayudaría a liberar sus emociones. Parecía inseguro por un segundo, pero se fue con Kala luego de que el soldado le diera una sonrisa de confirmación.

Valerian se abalanzó a la dragona que caminaba a su lado. Desaparecieron en unos segundos. El silencio se apoderó de nosotros

En lo alto la figura de Kala surcaba el cielo, imagine a Valerian abriendo los brazos, sintiendo el viento en las orejas y el cabello. Los miré por unos minutos hasta que Elex habló.

—¿Te gusta?

—Cierra la boca, aún no me he acostumbrado a ti.

—Tampoco yo, pero lo intento. —Se apresuró a seguirme el paso.

—Responderé una sola pregunta de tu parte, pero no la que acabas de hacer. —Estaba incómodo, conocía las intenciones del soldado y aunque no sabía el verdadero nombre de mi sentimiento hacia Valerian no estaba dispuesto a perderlo por causa de Elex. Comprendí entonces lo mezquino que podría ser mi corazón.

—¿Al menos te importa? —curioseó. Yo, estaba perdiendo la poca paciencia que tenía.

—Mira Elex pasé toda mi vida ignorando mis sentimientos y el de los demás. Incluso ignoré los de mi molesta hermana. Si te lo preguntas Valerian me agrada, lo considero mi amigo y quiero protegerlo. Si, él me importa. Listo respondí la pregunta.

—¡Espera! Eso no es lo que quería preguntar.

—Debiste pensar eso antes. Dije que respondería una pregunta y eso hice. —Sonreí satisfecho ante la molestia del soldado.

—Al menos pareces sincero.

—Ignoraré eso, no pretendas conocerme.

—A mí me gusta. Y haré todo lo que esté a mi alcance para ganar su corazón.

Tomé eso como una declaración abierta de que haría suyo el lazo que hasta el momento nos pertenecía a Valerian y a mí. Sabía que Valerian y yo estábamos enlazados, no sabía explicarlo claramente, pero lo sentía fuerte y claro dentro de mí.

Las alarmas comenzaron a sonar en mi cabeza.

—No creo que sea algo que puedas asegurar en este momento.

—Es cierto, ya que el lazo aún está vigente entre ustedes, pero entiendo que tú no sientes lo mismo y por ende quieres romperlo. —Sonó seguro y esa seguridad comenzó a irritarme.

Serendipia | ConociéndonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora