Estaba sentado en el coche. El primer día de clases no fue tan emocionante. Yo quería verla. Mi primo como siempre hacía amigos más rápido que yo. Ahí lo ven conversando con dos chicas. Me aburrí y decidí llamarlo para irme rápido a casa. Y ahí me tienen como un idiota mirándola a los ojos ¡era ella! Hermosa como siempre. Los segundos más bellos de mi vida. Definitivamente el corazón se me iba a salir del cuerpo. Me escondí rápidamente y agarré mi pecho con mi mano. Era feliz ¡Muy feliz! Espero que ella haya sentido lo mismo.
¿Pero cómo empezó todo esto? Yo te lo cuento, dejemos a Kamíl tranquilizarse.
Un día muy especial que era el primer día de clases. Bélida estaba marcando su asistencia muy feliz, pero algo cambió ahí.
—¡Hay alguien nuevo!, creo que es ese pelirrojo que viene ahí—llegó corriendo por el pasillo para contar el chisme.
—Sí, se llama Kamíl. Apenas hace una semana llegó junto a su familia. Creo que viven en esa casa gigante que está afuera del pueblo—su amigo lo esperaba en la puerta.
—¿y de dónde será?—preguntó inquietamente mientras veía al chico pelirrojo acercarse.
—No lo sé—dijo su amigo bajando la voz.
Bélida no los tomó importancia. La profesora se asomó por el pasillo alcanzando al chico nuevo. Todos los alumnos al ver a la profesora se adentraron al salón. Ya estando la profesora frente a la pizarra junto a Kamíl.
—Buenos días queridos alumnos. Hoy les voy a presentar a un compañero nuevo. Se llama Kamíl Wallet, va a cursar el primer grado de secundaria junto a ustedes y espero que se lleven muy bien. Kamíl, puedes sentarte—dijo amablemente la profesora—.Se comportan bien, voy a la dirección por plumones, ya regreso.
Kamíl se dirigió al asiento libre que había visto adelante. Las mesas eran por parejas. Bélida recien se acercaba a su asiento porque había estado acomodando los libros del estante.
—Hola, me llamo Bélida. Para mí es un placer conocerte, ¿de dónde eres?—dijo sonriéndole mientras miraba su cabello rojizo que le había llamado la atención.
—Hola, soy de Vernal—la miró fríamente porque se dió cuenta que se había sorprendido de su apariencia.
—Esa ciudad si no me equivoco está a un día de aquí, y ¿en qué eres bueno?—sacó su mochila que estaba dentro del cajón de la mesa.
Lo había puesto ahí porque era nueva y siempre a las mochilas nuevas les hacían un rallón supuestamente para bautizarlas. Una costumbre tonta de alumnos.
—Sí, está bien lejos—se percató de su mochila—como estuve en un colegio avanzado soy bueno en matemáticas, idiomas, se tocar el piano y soy bueno en deportes también—sonrió de lado jactándose de lo bueno que era.
Esperaba algún gesto de envidia de parte de ella. Le encantaba ser el centro de atención.
—Se sentó—Guau, que disperso que eres. Que bien por ti, ¿y por qué vinieron por aquí?—quería seguir averiguando más sobre él aunque sabía muy bien que él no iba a poder sentarse ahí.
—Porque mi padre ha visto una oportunidad de negocio en este lugar. Además, queríamos alejarnos de la ciudad. Basta de preguntas, ¿te vas a sentar aquí?
—Sí. El que llega primero gana el asiento y el de a lado es de mi mejor amiga. Son reglas del salón, lo siento—no lo decía de mala manera.
—Sonrió burlonamente—jamás voy a entender las reglas de colegios públicos.
—El colegio público en la que ahora vas a estudiar, así que te acoplas mientras estés aquí—se empezó a enojar.
—A lo menos vine por aire fresco y más no por el hecho de que no puedo salir de este pueblito, como tú.
![](https://img.wattpad.com/cover/312035576-288-k151636.jpg)
ESTÁS LEYENDO
AMAR COMO LAS ESTACIONES
RomanceCuatro adolescentes, cuatro corazones y cuatro estaciones. Estaba sentado en el coche. El primer día de clases no fue tan emocionante, yo quería verla. Mi primo como siempre hacia amigos más rápido que yo. Ahí lo ven conversando con dos chicas, me...