CAPÍTULO XIII: DE REGRESO A CLASES

132 11 2
                                    

Ya al día siguiente Belida salió temprano de su casa para ir a recoger a Mery.

—Hija, come siquiera, ¿tan emocionada estás?—veía a su hija apresurada.

—Discúlpame mami, pero me voy temprano para hacerle conocer muchas cosas a Mery—cerró la puerta.

Caminó rápido hasta la casa de Mery. Ella estaba por terminar de comer. Así que, la esperó y se fueron caminando rápido al colegio.

—Porque vamos tan rápido—dijo Mery ya cansada.

—Es que tienes que ver como es el colegio. En verdad espero que vayas al mismo salón que yo—dijo Bélida nerviosa mirando a Mery.

—Mmm sobre eso, estás en la A, ¿cierto?—dijo apenada.

—Por favor, dime que te mandaron a la A—la miraba fijamente.

—Es que en la A ya están completos, a mí me mandaron a la C, lo siento—

—Maldición, lo que faltaba. No vamos a poder estar todo el tiempo juntas—dijo Bélida triste y molesta a la vez.

—Es que no es mi culpa, pero en el recreo estaremos juntas, te lo prometo—intentaba animarla.

—Eso sí obviamente, pero yo quería hacer grupos contigo—dijo decepcionada.

—Llegaron a la esquina de la cuadra—No puede ser ¿ese es el colegio? Es enorme, ¿Todos vienen en coche? —

Mery de sorprendió al ver un montón de autos bajando con un solo estudiante o dos. Cada uno con su chófer.

—La primera vez que lo vi me emocioné demasiado. No todos vienen en coche, algunos a pie y otros en bicicleta—dijo agarrándola de la mano.

Cruzaron rápido la calle. Los auxiliares los revisaron para hacer cumplir las reglas de vestimenta y pasaron muy contentas.

—Wow que gran jardín, tiene una inmensidad de áreas verdes. Me encanta este nuevo colegio—sonreía emocionada, mirando alrededor.

—Sabía que te iba a encantar. Espero que veas la parte que más me encanta—la llevava de la mano.

—Llévame al comedor, quiero verlo—dijo emocionada Mery.

—Créeme que es enorme, más grande que nuestras casas—

—Oye, ese que viene no es Patrick—dijo Mery mirando hacia el frente.

—Agachó la mirada—vamos rápido para que veas el comedor—

—Hola chicas, traje desayuno por si querían—dijo Patrick mirándolas.

—Descuida, ya hemos comido—dijo Bélida mirándole.

—Yo si he comido, pero sé que Bélida no . Estaba emocionada por hacerme conocer el colegio, ya que soy nueva—

—Wow no pensé que fueras nueva—observándola—tienes razón, nunca, te había visto aquí—

—¿Cómo es que en años no se pudieron conocer más con Bélida?—

Se había dado cuenta que no se tenían nada de confianza.

—No seas preguntona, es que somos muchos—dijo Bélida muriéndose de vergüenza.

—Es que recién este año estoy estudiando acá. He estado en el extranjero—dijo Patrick sonriendo.

—Mmm ya veo, si no hubieran sido más cercanos, ¿cierto?—miraba en forma burlona a Bélida.

—Creo que no hay necesidad de responder a eso—pasó adelante.

AMAR COMO LAS ESTACIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora