CAPÍTULO XV: LOS PRIMEROS PASOS

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Mery había convencido a Bélida de ir a ver un partido de básquet, ya que su sección habían hecho una apuesta con la B.

Cuando Bélida estaba mirando el partido de básquet vió a Kamíl que estaba jugando. Así que, intentó salir lo más rápido posible, pero había tantos alumnos en la puerta que no podía salir. Por eso mejor se quedó a ver el partido completo de básquet.

Al ver que ella estaba ahí quiso impresionarla. Cada rato la miraba y en una de esas Will le da un pase y el no lo ve. Chocó en su cachete. Se soba con su mano y al mirar al estrado se da cuenta que lo está viendo.

No me mires—pensó avergonzado.

—Por favor, un pequeño descanso—dijo Will, era el capitán del equipo de básquet.

Se acercó a kamíl.

—¿Estás bien? Que tanto miras que no te diste cuenta—

—Nada, estoy bien. Me agarró de sorpresa—nervioso.

—Desde hace rato ha estado mirando continuamente al estrado, por eso no se ha dado cuenta del pase—dijo Reik.

—No, eso es mentira—

—Bueno, ¿Continúas o no?—

—Normal, sigo el partido—

Ya al finalizar, Kamíl se fue a recoger su mochila dónde tenía una botella con agua. Escuchó una conversación peculiar.

—Oye, veo que ahí está la chica que te gusta, acaso no piensas declararte—dijo Carl mirando a Bélida que estaba en el estrado.

—Y que me rechace, tú sabes que es famosa por rechazar. Es bonita, pero te puede destruir—dijo Sid tomando su agua.

—Pero tal vez a ti si te acepte, o vas a dejar que otro esté con ella. Escuché que todavía ni da su primer beso. Es que solo se la pasa estudiando y en el club de teatro—dijo Carl dándose aire con su mano.

—Lo sé, es muy bonita para ser una nerd. Además, me gustaría ser el primer beso de la más deseada de cuarto—dijo Sid mordiéndose los labios.

—Se enojó, pasó chocando su hombro de Sid y le pisó un pie fuertemente—disculpa, necesito pasar—dijo retirándose sin dar la cara.

—Oye imbécil, mira por dónde caminas—dijo Sid enojado y adolorido.

—Este idiota, como si no hubiera más espacio para pasar, ¡pídele disculpas!—dijo Carl enojado.

—Volteándose de perfil—ya te pedí disculpas. Además, me gustó pisarle al más idiota de cuarto—dijo sonriendo en forma de burla, para después retirarse sin darles más importancia.

—Ese nuevo es un creído, escuchó la conversación—dijo Sid mirándole mientras caminaba cojeando.

Ve que Bélida estaba saliendo apresurada. Sonrió y sabía lo que debía hacer.

Bélida por querer salir rápido se tropezó con los pies de alguien, quién lo había puesto a propósito. Cayó encima de los brazos de él.

—Tu rostro me parece familiar, te he visto alguna vez, ¿no es cierto?—fingió no saber nada de ella.

—No me viste, no me conoces. Así que, mejor suéltame—intentaba desviar su mirada.

—No te voy a soltar. Dime tu nombre, tu número y la dirección de tu casa, o quieres que te deje caer y pases la vergüenza de tu vida—dijo Kamíl sonriendo.

—Ahorita mismo estoy pasando la vergüenza de mi vida. Además, ¿Para que quieres todo eso?—dijo en voz baja mirando como los demás los miraban y murmuraban.

AMAR COMO LAS ESTACIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora