Mientras tanto en otro lado, Mery y Patrick habían ganado el concurso.
—Felicitaciones chicos, sus esfuerzos brindaron sus frutos. Ya lo vieron, ¡ganaron!—dijo la tutora muy emocionada, felicitándolos.
—Su proyecto fué de los mejores. Así que, ustedes se merecen un premio, ¿qué quieren chicos?—dijo el tutor.
—Hay que ir a los lugares más bonitos de esta ciudad—
—Sí, estoy de acuerdo con esa idea—la miró.
—Entonces, ahorren energía para mañana—dijo la tutora.
—Descansen por ahora, más rato vamos a salir a cenar—sonrió el tutor.
—Hay que volver al lugar donde nos sentamos la otra vez—
—No tengo ganas de ir a sentarme ahí, mejor me voy a mi cuarto—
—Entonces, me sentaré solo—dijo Patrick triste al ver que se iba.
Bélida estaba toda tranquila hasta que se acordó que tenía que llamar a Mery.
—Abrió la videollamada—hola amiga ¿cómo estás?—sonrió.
—Perdón Mery por no haberte llamado antes. Cuéntame todo lo que te ha pasado, soy todo oídos—se acostó en su cama.
—Descuida, igual estábamos ocupados. Haber, empiezo por lo más bueno, ¡hemos ganado el concurso!—dijo Mery emocionada.
—Se levantó—¡Que! ¡Ahhhhhhh! Sabía que ganarían, porque su proyecto estaba de lo mejor. ¡Estoy feliz por ti! ¡Wow! me imagino que festejarán—
—¡Bélida que pasa!—su mamá se preocupó.
—¡Mery ganó el concurso!
—Ahora comprendo, dale mis felicitaciones—apagó la luz de su cuarto.
—Creo que grité mucho jajaj—
—Jajajaj Sí, como te decía. Nuestros tutores nos dijeron que mañana pasearíamos por la ciudad—
—¡Disfrútalo al máximo! Toma muchas fotos, pasea por todo sitio bonito. Comparte más tiempo con tu compañero—empezó a molestar.
—Hey, ya vas a empezar—sonrió.
—Jajajaj pero es la verdad. Aprovecha, van a estar solos—
—No, ahí van a estar los tutores—miró su cuello—Bélida, ¿tienes un collar de oro?
—No cambies de tema—sonrió nerviosa.
—Tú no cambies de tema, muéstramelo
—Acercó el celular a su cuello—mi papá me lo regaló por mi cumpleaño, pero recién ahora lo estoy utilizando—
—Increíble, y no es cualquier diseño. Es personalizado ¿Verdad?
—Sí
—Estás que mientes, tu jamás esconderías algo que tu papá te diera. Dime la verdad Bélida ¿Quién te lo regalo?
—Ya te lo he dicho, mi papá. Es que es de oro, por eso me daba miedo de perderlo
—Ajá, te creeré—alzó las cejas.
—Jajaja cuéntame algo más—bostezó.
—Voy a tener una cita el día en que se va a dar el teatro—quiso sorprenderla.
—¡Que! ¿Con Patrick? Mmm te gusta ir rápido—la molestó.
—Jajaja se dice el milagro, pero no el santo—
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AMAR COMO LAS ESTACIONES
RomansaCuatro adolescentes, cuatro corazones y cuatro estaciones. Estaba sentado en el coche. El primer día de clases no fue tan emocionante, yo quería verla. Mi primo como siempre hacia amigos más rápido que yo. Ahí lo ven conversando con dos chicas, me...