CAPÍTULO X: UN CHICO INESPERADO

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Dos días después Bélida llegó a "Cielos Alegres". Era un ciudad muy bonita, tenía su plaza, parques, supermercados, cines, piscina, restaurantes caros, colegios y escuelas lujosas junto con sus edificios muy bellos. Acá empezaría su vida social de cero. Nuevas aventuras, nuevas personas, nuevos lugares y nuevas experiencias. Aún así, ella sabía que siempre llevaría en su corazón al pueblito donde nació.

Pasando dos años Bélida cursaba el cuarto grado de secundaria en el colegio de "Lambrich". Era un colegio con bastante prestigio.

Ella era ya muy querida y respetada en ese colegio, por eso le dijeron que diera las palabras de bienvenida a todos los nuevos y a primer grado de secundaria.

Como ella no estaba interesada en nadie, simplemente se desenvolvía y sonreía como siempre. Ese primer día de vuelta al colegio hubo un chico que en ella se había fijado, pero ni cuenta se dio.

Por otra parte Kamíl se había vuelto más cercano a Mery, pedía una vez a la semana que le contara como va Bélida.

—¿Como está ella?—dijo Kamíl trayendo un plato de comida a la mesa donde estaba Mery.

—Siento que estoy utilizando a mi amiga para recibir almuerzos gratis una vez a la semana—dijo Mery mirando a Kamíl.

—No te preocupes, es un placer comprarle comida a la mejor amiga de mi futura novia—dijo Kamíl sonriendo.

—Tu no le tienes miedo al rechazo, eso es ser un hombre de gran fé—Mery sonrió.

—Me he enterado que piensas mudarte, ¿a dónde, he?—quería saber la verdad.

—Lejos de aquí—dijo Mery nerviosa.

—Con que no quieres por las buenas—dijo acercándose a su asiento—por favor, dime, dime, dime—le sacudió del hombro.

—Está bien, está bien, suéltame. Me voy a Cielos Alegres, al mismo colegio que Bélida, eso es todo—

—Si vas al colegio de Lambrich, sí que va a ser una sorpresa—dijo Kamíl sonriendo, pensando que no iba a decir nada más.

—Exacto, a ese colegio—pensando en lo que dijo—mierda, porque no cerré mi boca

—Le brilló los ojos—No puede ser, yo también me mudo. En estos últimos meses convenzo a mis padres sí o sí—la mejor noticia de su vida.

—Cambiando de tema, me pasaron un vídeo de ti. Wow, sí que estas bien enamorado—dijo Mery sonriendo.

—Ojalá algún día ella lo note y me corresponda, esa fue la promesa—su verdad se acercaba.

—¿Promesa? De que promesa hablas—confundida.

—El día que se fue, yo le prometí amarla hasta que ella pueda hacer lo mismo conmigo—

—Es una promesa bastante fuerte. Solo espera unos meses, ya pronto estarás a su lado y sabrás su decisión—no tenía tanta confianza de que sucediera como Kamíl se imaginaba.

—Sonrió—Lo sé, me emociona y a la vez me aterra—dio un bocado a su comida.

Se pusieron a degustar su almuerzo y al finalizar fueron a dejar cada uno su plato.

Una tarde saliendo del colegio le llama Mery.

—Hola amiga ¿Todo bien?—

—Sí, aquí todo tranquilo. Solo que quería contarte que mis papás piensan comprar una casa—

—¡Qué bueno! Casa nueva, cuenta detalles, rápido—

—Pues, que sea de dos pisos. Que tenga jardín, azotea y cochera. Lo más importante, que esté ubicado en...

AMAR COMO LAS ESTACIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora