— ¿De verdad está bien que nos quedemos?
— ¡Por supuesto!, son mis amigos ahora, además, mamá está encantada con ustedes.
Un lindo día para saber que lo que sabía sólo eran movimientos básicos, papá quedo algo consternado con su manera de pelear, en una simple pelea estaba en el piso en menos de 5 minutos, mamá tomaba té, había hablado con Ran anteriormente, se veía tranquila.
Demasiado tranquila, papá igual se sentó a su lado con un libro en mano, se veían más tranquilos..., el señor Takeomi no había vuelto, seguía mandando cartas a Kisaki, decía que había ganado un concurso, me alegre mucho por él.
Y así paso, un año más, había salido para ver a los hermanos Haitani, pero no los encontraba, el ambiente era tenso, muchos evitaban ir por unas calles, asique me encaminé, muchos ya me conocían asique de igual manera me evitaban.
Cuando llegué, efectivamente estaban ahí, era una pelea con una pandilla, pero había llegado tarde, me acerqué viendo todo el desastre.
— ¡Ran!, ¡Rindou! – tomé sus brazos haciéndolos avanzar.
— Aiko, detente...
— No, hay que irnos, la policía llegará pronto, debemos irnos.
— Aiko, cometimos un error, y debemos pagarlo.
— Pero...
— Eres fuerte, sé que podrás seguir adelante, dile a Hina-san que nos disculpe, que no podremos ir a verla.
— Dile a Hiro-san, que lamento no haberlo llevado a ese lugar.
Me quedé ahí, aún era una niña, diablos, tenía 11 años, asentí, sabía lo que trataba, los miré decidida.
— No quiero que se queden ahí mucho tiempo, mamá sabrá como arreglarlo, fueron como mis hermanos, no pueden dejarme.
— Corre, Aiko.
— Rindou y yo, esperaremos volver a verte, te has ganado nuestro cariño, ve, vuelve a casa, Aiko.
Corrí a casa, corrí lo más rápido que pude, al llegar, estaba un hombre ahí, ya lo conocía, mis padres se miraron un poco angustiados al verme en ese estado, había caído un par de veces camino a casa.
— Mamá, papá...
— Aiko, ¿qué sucedió?
— Oh, pequeña Aiko, estas muy grande.
— Señor Takeomi.
— Creo que ahora si soy señor, han pasado varios años, ¿sucedió algo?
— Unos niños, golpearon a mi amigo, y se lo llevaron, no quería que se fuera.
— ¿Cuál amigo, Aiko?
— Mamá... – mis ojos tenían lágrimas, el señor Takeomi entendió la situación y se retiró, pero, yo seguía en el mismo estado – los policías se llevaron a Ran y Rindou.
— ¿Cómo?
Mis padres se veían sorprendidos, les conté lo que vi, se veían destrozados, hasta yo lo estaba, se habían ganado nuestro cariño.
Aunque hablaran con abogados, al ser menores de edad, les daba ventaja, no quedarían mucho tiempo en prisión.
Había pasado un mes desde aquello, y por fin pude visitarlos, fue difícil, pero, lo logramos.
— Aiko.
— Vine a verlos, los extraño.
— A pesar de ser muy madura, sigues siendo una niña, a pesar de que ya casi terminar la secundaria.
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Reina de Tokio - Manjiro Sano (Mikey)
FanfictionBésame, golpéame, grítame, ¡hazlo!, pero no me dejes, no lo hagas... Aiko Hitsu, es la prima mayor de Takemichi Hanagaki por un año, es una de las chicas más temida en los bajos mundos de todo Tokio... Manjiro Sano, estará en su mira, o tal vez, en...