Los había sacado de ahí, era horrible esa sensación, quería un poco de paz. Apenas pasé el día completo con ellos, y los dejé en un departamento, no dejarían Roppongi tan fácilmente, asique estaríamos en contacto, apenas llegué a Shibuya, me introduje al hospital, esta vez tendría que dar consultas, estaría bajo supervisión, nada complicado, asique iba bien, pero, había llegado un funcionario de la salud, y tuvieron que suspenderlos hasta que se vaya.
Claro que eso no duró mucho ya que pronto empezaron a transitar las calles, habían llegado a casa muy repentinamente, llevándome con ellos, además que algunos de ahí les hacían paso, era extraño.
— Disfrútalo Aiko – Ran tomó mi mano entrelazándola, al igual que Rindou – esto, es lo que sucede cuando eres fuerte, admirada y temida por el bajo mundo de los pandilleros.
— Es una sensación extraña – y era verdad – supongo que es, algo excitante en algún sentido.
— A tu edad cometimos muchas cosas, y tú vas por un camino extraño, sigues las leyes, pero a la vez las desafías – miré a ambos, se veían guapos.
— Me gusta esta sensación.
— No te embriagues de ella – dijo Ran, sólo asentí, continuando con nuestro camino, llegando hacía un objetivo fijo, algo nuevo – aquí la tienes.
— Se demoraron, pero no importa – miré frente a mí, al mismo chico que hasta hace poco me llenaba de curiosidad – la pequeña reina, sigo diciéndolo, eres una chica bonita, y especial.
— Gracias supongo, aunque, no te conozca lo suficiente para poder alagarte de la misma manera – me acerqué un poco más mirando sus ojos violetas – por el momento diré que eres atractivo.
— Vaya chica, dime, ¿quieres ser parte de nosotros?
— ¿De ustedes?
— Eres fuerte, he notado como te ven los demás, dime, ¿qué más sabes hacer?
— Te sorprendería muchas cosas, pero, ¿qué quieres que haga? No es algo normal que me llamen para charlar.
— Cierto, queremos que vengas con nosotros, una pequeña pelea, será divertido, ¿qué dices? – miré a Ran y a Rindou que se veían relajados.
— Supongo que deberé cancelar ciertas citas.
— Eso es excelente.
Una pequeña pelea, claro, era más que una pelea, era la declaración a mi éxtasis, era mi momento de brillar, había sido una de las masacres más grandes de la historia en Ueno, Asakusa y Akihabara, tres barrios pequeños lo suficientemente peligrosos, había sido genial, y por primera vez, admiré a Izana, no como un líder, lo vi verse como un hombre, algo temible, pero, sabía que estaba mal de la cabeza cuando admiré su sonrisa.
Fui más reconocida desde esa vez, y desde aquello, mis visitas a Izana fueron más constantes..., hasta que un día, sólo se fue, Ran y Rindou me pidieron que le diera tiempo, y eso hice, pero, nunca volvió..., dos años desde aquello.
Asiqué opté por ir a casa, a medio camino me tope con Takemichi, estaba golpeado, asique lo lleve a casa, se veía diferente.
Cuando llegamos, la tía no llegaba aun y Take se puso a llorar en mi hombro abrazándome.
— ¿Qué sucede? No es normal en ti esto – golpee su espalda, pero, cuando se separó parecía que el Take que conocía no estaba.
— Es sólo que no creí que te vería hoy, Aiko-nessan.
— Suspendieron mi trabajo, hasta que el inspector se vaya, dime, ¿qué sucedió?
— Un encuentro con un tipo, ahora somos las perras de Kiyomasa.
![](https://img.wattpad.com/cover/312037104-288-k358078.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Reina de Tokio - Manjiro Sano (Mikey)
FanfictionBésame, golpéame, grítame, ¡hazlo!, pero no me dejes, no lo hagas... Aiko Hitsu, es la prima mayor de Takemichi Hanagaki por un año, es una de las chicas más temida en los bajos mundos de todo Tokio... Manjiro Sano, estará en su mira, o tal vez, en...