El 3 de agosto tuve una visita algo extraña, no todos los días vez a tus amigas frente a tu casa. Pero como dije, es extraño, y es obvio que me arrastraron con ellas hacía el centro comercial, las vi probarse varios conjuntos de yukatas, se veían lindas, no lo niego, me fijé en una blusa, una negra, simple, sin bordados, pero, tenía un agujero en el pecho, con un poco de vuelo, eso la hacía bonita, asiqué la compré.
— Aiko-san – miré a la pequeña rubia a mí a mi lado, dándole entender que continue – Mikey me dijo algo.
— ¿Mikey? ¿sobre qué? – se puso algo pensativa, mientras podía ver en sus ojos una ilusión.
— Me contó de la primera vez que se vieron, también sobre lo que sucedió en Toman, y todo lo demás – sonrió recordando aquello – Mikey nunca se ha fijado en alguien, a menos que sea lo recuerde a alguien, pero nunca se ha acercado a alguna chica con algún interés romántico, Aiko-san, por favor, cuide de Mikey – la vi hacer una reverencia.
— Emma... - la tomé haciendo que se levante – creo que Mikey sería quien trate de cuidarme, pero, trataré de apoyarlo, ¿de acuerdo?
— Muchas gracias Aiko-san, de verdad, espero que su relación mejore – reí un poco y negué.
— Mi corazón está muy roto y confundido para lograr enamorarme de Mikey, se cómo es, pero, hay una persona que me ha atraído desde que era una niña, y ahora tiene novio, y el otro chico, bueno..., puedo verlo cuando me lo permite.
— Aiko-san, ¿por qué no se da una oportunidad con mi hermano?
— Mikey es un chico muy dulce, también es alguien serio, podría describirlo como mi tipo ideal, sólo que el corazón sabrá si se enamora de él o no, pequeña Emma.
Continuamos las compras, había llevado un pantalón y con eso las ayudé con su cabello, no podría quedarme con ellas todo el tiempo, asiqué me despedí comenzando mi turno en el hospital, claro que vi a Kisaki a medio camino.
— ¡Kisaki! – lo llamé, al verme vino directamente hacia mí – es de noche, ¿qué haces por aquí?
— Aiko-san, quiero hablar con Mikey.
— ¿Mikey? – asintió, no pude decir nada por el ruido de una motocicleta, asiqué esperamos y vimos a Mikey, Kisaki quería hablar con él, pero, ¿de qué?
— Aiko.
— Mikey – le sonreí alzando mi mano, miré a Kisaki aun confusa de lo que piensa hacer – bueno, creo que debería irme, no quiero llegar tarde, y empieza a llover, ve con cuidado Mikey – me acerqué y dejé en sus manos un papelito con mi número – nos vemos Kisaki.
Apenas logré coger un taxi, la ciudad estaba abatida, asiqué apenas llegué, hice algo en recepción, hasta que una llamada llegó, venía del festival, asiqué mandé una ambulancia lo más rápido posible, entonces llamé al doctor a cargo de mí, asiqué esperamos, cuando llegaron en ella venía Takemichi, y Draken, lo llevamos al quirófano inmediatamente, estaba perdiendo sangre, había preparado una bolsa de sangre de emergencia, había tenido un paro cardiaco, pero, luego volvió en sí, era de mucho alivio en ese sentido, era la primera vez que hacía algo así, salí junto a uno de los enfermeros.
Los amigos de Takemichi, mi primo, Hina, Emma, Mikey, Pe y Mitsuya, estaban esperando por resultados, asiqué apenas salimos, me miramos por un momento, miré a mi acompañante esperando a que haga algo, asiqué me quité el gorrito mirándolos.
— La operación fue un éxito – pronto todos empezaron a gritar y suspiré, negando con la cabeza, me despedí del enfermero y continúe hacia mis demás revisiones que tenía pendiente, claro que salí mientras ellos festejaban.
— Aiko – miré a Mikey tras de mí con una reverencia – gracias por salvar a Ken chin.
— Mikey, Draken es fuerte, hablamos del sub capitán de la Toman, esto no es nada para el – hice que se levante – Mikey, ¿quieres que te haga compañía?
— Pero estás...
— Puede esperar, no formo parte de esto, asiqué no me han llamado tampoco, vamos – tomé su mano llevándolo afuera, ahí sin nadie a él alrededor, tomó mi cintura, sentía que se desplomaba asiqué lo sujeté y nos arrodillamos, y sentía sus sollozos.
— Gracias, Aiko – lo apreté contra mi cuerpo, era lo mínimo que podía hacer, sólo que ahora, sentía algo diferente, como si Izana hubiera desaparecido de mi corazón, una sensación agradable, no sé cuánto tiempo estábamos así, pero debíamos volver – vendré mañana.
— Si – tomó mis mejillas besándolas en una de ellas, sentía mi rostro caliente por un momento – creo que debo irme, yo..., te veo mañana.
— Nos vemos, Aiko – me quedé mirando por donde se iba, hasta que llegó el medico a mi cargo haciendo salir de mi ensoñación y comenzar hacer mi trabajo.
Claro que la mañana llegó muy rápido para mi gusto, luego de esto, tendría una semana y volvería al turno de la tarde-noche, pero no me quejaba, asiqué iba haciendo mis ultimas revisiones, algunas mujeres embarazos cerca de su parto, a algunos chicos con fracturas, algunos inconscientes y dejé a un paciente para el ultimo.
— ¿Se puede? – toqué mientras pasaba, lo vi despierto – despertaste, ¿cómo te sientes?
— ¿Aiko?
— Aquí soy la enfermera Hitsu – bromee un poco asiéndole sonreír.
— Estoy bien, duele un poco – me acerqué a examinar sus pupilas y revisar el vendado, además del golpe en la cabeza.
— ¿Has tenido nauseas, o vómitos? – el sólo negó y asentí anotándolos – una enfermera pasará pronto con tu desayuno, bueno, espero que te mejores pronto Draken, afortunadamente eres un chico fuerte, asiqué tu recuperación será rápida.
— ¿Cuánto tiempo estaré aquí?
— Si sigues las instrucciones del médico y haces reposo y no se infecta la herida, saldrás en una semana, una de las recuperaciones más rápidos que he visto hasta el día de hoy – asentí para mí misma sonriendo – bueno, debo irme, fue una noche intensa, que te mejores.
— ¡Espera! – me detuve viéndolo levantarse asiqué me acerqué y lo detuve – Mikey, quiere hablar contigo.
— ¿Mikey? Ya hablé con él en la noche, además dejé mi número de celular con él, a menos que lo haya perdido – miré a un lado recordando que me había pedido una cita.
— Debe estar en el techo, me lo dijo en caso de que vinieras – asentí, caminé hacía allá, cuando llegué se encontraba mirando la ciudad, asique hice algo de ruido para que me notara.
— Mikey.
— Hola Aiko.
— Draken dijo que querías hablar conmigo, ¿qué sucede? – pero simplemente volteo la cabeza, y miré a esa dirección, pero no había nada.
— Bueno, digamos que perdí el papelito que me disté, ¿podrías dármelo de nuevo? – me tensé un poco porque no sabía si se hacía el loco o no, además de que escribí un pequeño corazón en ese papel, haciendo que mis mejillas se calienten sin razón.
— Eres un caso perdido Mikey – escribí de nuevo en un nuevo papel dándole, pero al mirarlo sólo frunció el ceño - ¿qué?
— Le falta algo.
— ¿Qué cosa?
— Le falta el corazón – miré a otro lado para darme la vuelta comenzando a irme.
— No pondré un corazón, tómalo o déjalo, nos vemos – cuando llegué a casa, vi a Takemichi salir de su habitación, sus amigos lo esperaban – Takemichi.
— ¡Nessan! – lo frené viendo su vestimenta.
— ¿Qué rayos es eso? Si no fuera tu familia y fuera de alguna pandilla y te veo por la calle, te golpearía por vestirte de esa manera, debes mejorar tus gustos Takemichi, puedes pedirle a Mitsuya consejos de moda.
— Nessan, me veo genial.
— Genialmente estúpido, iré a dormir, nos vemos – apenas entré a mi habitación, caí muerta,
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Reina de Tokio - Manjiro Sano (Mikey)
Fiksi PenggemarBésame, golpéame, grítame, ¡hazlo!, pero no me dejes, no lo hagas... Aiko Hitsu, es la prima mayor de Takemichi Hanagaki por un año, es una de las chicas más temida en los bajos mundos de todo Tokio... Manjiro Sano, estará en su mira, o tal vez, en...