La Generala Ana Magna, se encontraba fuera del área del universo dominada por el Imperio Imgram, a las puertas del pasaje que a través de sus luces conducía a sus dominios, había vencido a la guerrera más difícil con la que se había enfrentado, sin embargo, tenía un sabor amargo en su boca, esas últimas palabras antes de sucumbir, era un mensaje que generaba más preguntas que respuestas, ¿Por qué es tan importante decir que Tail se suicido? y si eso es importante, entonces, ¿Alguien quiso inculpar a la Furia del Bar? ¿Quién es la viajera de la canica azul?
Ya pasaron 30 días, desde el inicio del combate, debía ponerse al corriente, curar sus heridas, y también se debía dar una explicación política de lo ocurrido con la Embajadora de los Efímeros, ¿Cómo explicar que era una guerrera o espía de otro universo? ¿Quién creería eso? Hay tanto, es difícil saber por dónde empezar.
Su capacidad de teletransportación en ese momento era superior, podía desplazarse con toda libertad a cualquier rincón del universo. En ese instante sintió la presencia de Aaron Jhoshel, General Supremo de las Escuadras de Defensa Interna de Imgram, se encontraba en el Comando General de las Fuerzas de Imgram, un planeta artificial ubicado a unas decenas de años luz del lugar donde había ocurrido la reunión diplomática hace 30 días, la Generala se transportó instantáneamente ante él, su reacción la asombró por completo.
- Conciencia Suprema, mi Señora, es bueno estar ante usted.
- Aaron, me confunden tus palabras, no debes arrodillarte ante mi.
- Lo siento Gran Generala, no se ha puesto al tanto, mucho ha pasado en los 30 días que permaneció atrapada en el agujero negro, la Conciencia fue asesina.
- ¿Qué? Eso no es posible, pero...
- La batalla fue espeluznante, casi la vence, pero estos seres parecen de otra dimensión, creemos son del mismo tipo que la embajadora de los efímeros, pero ese ser es aún más poderoso.
- ¿Qué ser?
- Su apariencia en realidad es de un ser orgánico, pero sus técnicas iniciales y movimientos son como una furia de fuego azul, nunca pudimos identificarla, es un ser despiadado, pocos sobrevivieron, debe haberla enviado la gobernante de Axius.
- ¿La gobernante?, acaso, ¿Ella se atribuyó el ataque? ¿Y el Gobernate Benevolente?
- No, eso no pasó.
- Entonces no fue ella mi General, Axius hubiera aclamado aquello como el mayor triunfo. Tal vez estemos ante otro tipo de distracción nuevamente. Debo sentarme, mejor, cuéntamelo todo.
- Lo que pasa es que hubo un cambio de poder en Axius, una sucesión sangrienta, a decir verdad, aunque el Vulcos Benevolente murió por causas naturales, su madre acusó al Clan Zaag de hacerlo, por permitir la humillación del interrogatorio, esto desató una especie de guerra civil entre el Clan y el Imperio, ella para tomar el poder devoró a los otros candidatos, y se consolidó como líder indiscutiblemente.
- Aaron, ¿Cuándo ocurrió la muerte?
- Durante el baile.
- Tengo entendido que habría un operativo de inteligencia durante ese evento, ¿cuál fue el resultado?
- Alarmante mi señora. Axius posee un lugar de investigación conocido como "Área Punto Cero", presumimos que pueden aislar la "partícula lumínica de identidad desconocida" para ser usadas como un arma, en lugar de medio de propulsión para transporte.
- Eso no es tan preocupante.
- Pero... Mi señora...
- ¿No lo entienden aún acaso? Axius no es el enemigo. General, hay seres cuyos intereses desconocemos, seres que pueden asesinar a un androide como yo, a la conciencia Suprema, u otros seres más poderosos, y están aquí, yo cometí ese error, en mi combate con Zueg, estaba cegada en creer que Axius era el problema, y no, no creo que sea así, ese último mensaje, ese clamor de ella, fue dirigido a otras personas, otro grupo.
ESTÁS LEYENDO
La Dama de la Nada
Science FictionExisten caminos que conducen fuera de este universo, pocos seres o civilizacines han accedido a ellos. Gise hele, La Dama de la Nada es uno de cuatro de estos seres. Ella se encuentra en el universo RedFire en una misión de espionaje, 1221 universos...