Un universo antiguo, que ha iniciado el camino hacia su muerte. Redfire, le decimos, la mayor parte de sus estrellas, gigantes rojas a punto de estallar, y de las que ya han muerto, lo que queda son nebulosas planetarias, reductos de antiguas estrellas.
Siempre me ha gustado este planeta en el que me encuentro hoy, Axius, cuna del imperio más poderoso del universo redfire, es curioso como a través de los ojos de muchos lo he visto nacer y dentro de poco me corresponderá verlo morir, 3 mil millones de años de evolución biológica y 3 mil millones más de civilización y en pocos días ni siquiera quedará su recuerdo en la vastedad de la existencia.
El objeto de mi presencia en este mundo es garantizar que ninguna de las civilizaciones de este universo acceda al poder de aprovechar el mar del caos. Ese mar es el fluido que rodea a cada universo, la matriz universal, varias dimensiones lo conforman pero no se puede existir en él, el tiempo fluye de maneras extrañas y peligrosas en ese fluido. El Guardián de esta región Universal, mi Maestro, detectó escenarios futuros donde el uso de esta energía termina rompiendo la estabilidad del fluido dimensional y destruye 1221 universos, este daño es inaceptable así que la orden del mando de los guardianes de la séptima puerta es detenerlos, y si es necesario acelerar la muerte del Redfire.
Es curioso, las cosas en las que una piensa sorbiendo un trago del alcohol más exquisito que provee este planeta, en uno de sus bares más sofisticados. Es muy especial y puro, proviene de un tipo de bacterias de rocas profundas, donde el planeta es más frio, perforan varios kilómetros de la superficie para construir galerías, extraer de las pocas bacterias de base de carbono que existen aquí y colocar destiladores. Es costoso y está reservado a la alta clase gobernante de Axius y para comerciantes interestelares. En ese momento lo ví, a el, el Aprendíz el aura de su presencia era como la de un dios, aunque indetectable, y su cuerpo fragíl, sus ojos verdes profundos, siempre me pareció bello, aunque fuera de otra especie.
Al acercarse a la barra y sentarse a mi lado me miró profundamente, cristalinos, puros, como esmeraldas pulidas en su rostro esbelto, así eran sus ojos.
- Dichosos los ojos que te contemplan, aprendiz.
- Hola Dama Sangrienta.
- Muy bien sabes que me disgusta ese apodo, y más cuando eres el primero que lo usó, Dama de la Sangre... ¿De dónde sacas los nombres?
- En mi planeta la sangre es el líquido que circula por los cuerpos de las especies de mayor desarrollo. Cuando te vi por primera vez y usaste ese ataque, ver a tus enemigos con sus fluidos desparramados por el suelo, no pude evitar referirme a ti de esa manera para conocer tu nombre.
- ¿Quién es la dama de la sangre? Le preguntaste a mi superior. Todos me dijeron así por mucho tiempo y mi reputación es cada vez peor a partir de ese momento, luego al dominar las técnicas más avanzadas del guardián, fui la Dama de la Nada, y mi nombre verdadero, un mero recuerdo perdido en el tiempo.
- Creo que es una buena reputación. La sicaria y asesina más temible y eficiente de varios universos. Yo recuerdo tu nombre, es persistente en mi memoria, Gise ehle, es como un nombre de mi planeta, Giselle, cuando lo pronuncio me recuerda el nombre de alguien a quien quise mucho.
- ¿Supongo que alguna novia?
- No, mi madre.
- Ah, entiendo. ¿Sabes que es triste?
- ¿Qué lo es? A parte de que lo más probable es que desaparezcan miles de millones de civilizaciones.
- Tu presencia aquí, eso indica que no confían en nosotros.
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La Dama de la Nada
Ciencia FicciónExisten caminos que conducen fuera de este universo, pocos seres o civilizacines han accedido a ellos. Gise hele, La Dama de la Nada es uno de cuatro de estos seres. Ella se encuentra en el universo RedFire en una misión de espionaje, 1221 universos...