Uncontrolled memories

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Capítulo 02:

¿Cuando es que había empezado a fumar?

Ya no podía consigo misma, todo era demasiado gris como para seguir aguantando tanto en un mundo donde no podía vivir en paz ni morir en paz, era difícil, su madre había deseado que tuviera una prospera vida llena de logros pero ¿que ha logrado hasta ahora? Se convirtió en un vampiro, asesina a personas que si bien son delincuentes, eran seres humanos que podían redimirse en cualquier momento del futuro; se sentía un desastre, las únicas personas que hacían de su mundo algo totalmente distinto, algo más brillante, ya no estaban con ella más que solo en recuerdos y en un corazón que a penas latía.

Era un monstruo. Se sentía como un monstruo.

Ahora estaba allí, derrumbada en una cama que ya no le sentía suavidad alguna, esperando que alguien termine con ella, pero el solo hecho de que alguien descubriera su secreto, su verdadera identidad, aumentaría su sentencia.

Habían días donde quería huir, ser una fugitiva de la oscuridad y al menos tener noches tranquilas donde no tenga que cumplir con caprichos de "su majestad", era tonto, sabía bien que los vampiros no tenían ni un trabajo en específico que cumplir, solo leyes que tenían que obedecer, pero allí estaba ella, haciéndole caso al diablo todo por "herirlo". Él era un estúpido.

—¿Puedo entrar? - fuera de la habitación, un amigo que conoció en uno de los tantos años que pasó como una estudiante, estaba preocupado por ella.

Antes de ser un vampiro era el mejor de su clase, el súper dotado que tendría un futuro prometedor y luego de unos meses de graduarse, un vampiro lo transformó.

—Entra.

—Con tanto dinero, ¿como puedes vivir en una casa tan pequeña? - preguntó al entrar y casi dejar caer el perchero que estaba al lado de una gran estantería.

—¿Eso importa? - se sentía bien ahorrar, podía utilizar el resto como apoyo en la empresa que había formado en el año...

Lo único bueno que le aliviaba, era que podía borrar la memoria a cualquier ser humano, obviamente, no a los vampiros. Tenía muchos poderes interesantes que a veces olvida.

—No, en realidad no. - suspiró. —¿Irás conmigo o planeas quedarte en casa?

Al voltear a ver el reloj en la mesita de cama, marcaba la hora y pico de la tarde, donde el sol radicaba más que nunca.

—¿Estás loco? Mira la hora que es, como puedes salir así ¿Quieres morir?

—Hey tranquila. - soltó una risa.

Se acercó a la ventana y abrió las cortinas de par en par mostrando un cielo gris y una lluvia torrencial.

—El pronóstico del clima indica que estará nublado con lluvia todo el día. - dijo sonriente.

No pensó que alguna vez le entusiasmaría esa clase de clima.

—Bien, me alistaré, solo esperame en la sala.

—Pues apresúrate o tu café se enfriará.

—No comemos comida humana, Gus.

—Es café. - levantó los hombros —que daño haría.

—Insomnio, mareos, ritmo cardíaco rápido.

—¿Y luego soy yo el ñoño?

—Siento que es algo básico de saber. - mostró una pequeña y poco duradera sonrisa luego de levantarse.

Lamento de demonio - LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora