My boss is crazy

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Capítulo 13:

Sentada frente a una larga mesa rodeada de cómodos asientos esperando ser utilizados, la chica observaba el ventanal tapadas por las persianas, todos allí decían que era por una especie de alergia a la luz solar y por ello era su falta de presencia en los días más calurosos he iluminados por esa enorme estrella redonda, era muy común esa clase de condiciones médicas en la actualidad, por lo que adoptó esa excusa para ocultar su verdadera naturaleza.

Cuando la junta terminó y los hombres de traje y maletin se retiraron de la sala, Luz partió su portaminas con la mano derrumbándose en la mesa como si tuviera el peor dolor estomacal, el color de su rostro cambió por completo y sus pupilas estaban dilatadas, sus colmillos cosquilleaban y su garganta parecía reseca, el agua no la saciaba por más vasos llenos que ingería, se lastimaba así misma cuando sus garras salieron como si supieran que era momento de la cacería, pero Noceda no le gustaba eso, la humanidad no era el rebaño de los vampiros, no podía utilizarlos para saciar sus deseos banales, ella quería ser diferente, por ello llenaba su barriga con comida, en especial carne roja, cualquier vegetariano que la hubiera visto habría salido asqueado al ver la cantidad de carne había estado consumiendo. La sangre de animal no funcionaba por más que la tomaba, cualquiera diría que se trataba del chupacabras que de la nada escapó de México a disfrutar de alimento extranjero.

—Deja de forzarte. - como siempre, Hunter aparecía en los momentos que más y menos necesitaba. —Ve y caza. - le molestaba demasiado esa palabra.

Esas personas allí afuera no eran simple alimento, no eran animales y ni siquiera a los animales se les podría tratar así.

—Es como si quisieras superar tu propio récord, Luz.

No era la primera vez que se resistía por muchos días a beber sangre. La debilidad era una cosa pero el descontrol y la sed era otra, la sangre era combustible.

—Si no lo haces por las buenas, lo harás por las malas.

Y era algo que muchos vampiros llamaban majestuoso, era una escena sangrienta, sin piedad, con gritos de agonía y desespero, donde el destino de la víctima era la muerte.

—Ya no tienes más sangre almacenada en casa, no tienes opción.

Cuando quizo tomar su brazo para poder levantarla, esta lo tomó del cuello apretujandolo con frialdad hasta golpear su espalda contra la pared, el chico parecía marearse a penas pero pataleo fuertemente, sabía que la fuerza de la morena se acabaría dentro de poco si seguía negándose a beber sangre.

—Te enojas, sabes que tengo razón.

La vampiro lo dejó caer, las marca de su mano impregnada en su cuello desapareció en pocos segundos mientras Luz tomaba su abrigo y rompió el vidrio polarizado al empujarlas para salir, los empleados se quedaron boquiabiertos a la escena y con una furtiva mirada los hizo seguir con lo suyo, pidió de inmediato que llamaran a alguien para reemplazar las puertas por unas mejores pues aseguraba que esas tenían un terrible fallo. Amity no había ido a trabajar, no pasaron tantos días luego de su llegada a BN Caxtom y ya había pedido un día libre, por supuesto Luz podía oler su miedo, tanto a perder su trabajo como a una respuesta negativa, y ya que la morena quería mantener distancia - más aún luego de aquel día - accedió sin darle tantas vueltas al asunto.

—Donde está mi auto. - todos a su alrededor estaban atemorizados por el mal ánimo de su jefa.

El portero, un chico de unos veinte años, nuevo en el empleo, tembló tanto que se vio reflejado en su voz, no pasó mucho para que uno de sus compañeros estacionara el vehículo frente a ellos, Luz le arrebató las llaves subió y sin demora arrancó.

Lamento de demonio - LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora